Algunos de los cubanos que serían deportados por vía aérea como parte de un acuerdo entre La Habana y Washington resultaron afectados por la filtración de información personal que a finales de noviembre último divulgó el Servicio de Ciudadanía y Aduanas (ICE en inglés), dijo un funcionario gubernamental al diario Los Angeles Times.
Una nota firmada por el periodista Hamed Aleaziz reveló que un funcionario del Departamento de Seguridad Interior (DHS, en inglés) dijo al rotativo que un agente de la mencionada entidad, inadvertidamente, informó al gobierno de Cuba que algunos de sus nacionales a deportar pidieron protección en Estados Unidos contra la persecución o la tortura.
De ahí que, según el Times, DHS haya detenido la deportación de los cubanos en cuestión y considera ponerlos en libertad.
En los acuerdos firmados entre EEUU y Cuba en 1995, el régimen se comprometió a recibir a los deportados y no tomar represalias contra ellos.
Un comunicado de ICE confirmó que, el 28 de noviembre, la agencia federal publicó en su portal digital nombres, fechas de nacimiento, nacionalidades y direcciones de 6.251 inmigrantes que han solicitado asilo político en EEUU.
Según ICE, los datos permanecieron disponibles al público por espacio de cinco horas. Al percatarse del error, el documento fue retirado de internet. La agencia investiga lo ocurrido.
Los Angeles Times reveló que, a principios de este mes, un funcionario de DHS, al abordar con el gobierno cubano el tema de los vuelos de deportación, “sin querer” dijo que algunos de los 103 cubanos que serían repatriados habían sido afectados por la filtración de información ocurrida a finales de noviembre.
“Son personas que vinieron a EEUU a pedir asilo político, un trámite estrictamente confidencial, y esa información los colocaría en una posición de peligro si regresan a Cuba”, opinó el abogado Ángel Leal.
ICE ha comenzado a contactar a los cubanos cuya información fue revelada, así como a sus abogados. La agencia no los deportará en por lo menos 30 días, y les concederá la oportunidad de que actualicen sus solicitudes de protección.
“El desafortunado error de ICE puede ser, a priori, una sentencia de largo presidio para cualquiera de los cubanos que solicitaron asilo confiados en que su información iba a permanecer vedada para el régimen de Cuba”, dijo a Radio Televisión Martí Ramón Saúl Sánchez, presidente de la organización opositora en el exilio Movimiento Democracia.
En noviembre, el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossío dijo que La Habana había aceptado la reanudación de las deportaciones en vuelos provenientes de Estados Unidos de cubanos que hayan ingresado de manera irregular a territorio estadounidense y sean "inadmisibles" por sus autoridades migratorias.
“Los abogados de ICE también están evaluando las opciones legales disponibles para remediar las consecuencias de la filtración, incluida la posible libertad de los inmigrantes”, dijo el funcionario de ICE al Times.
De acuerdo al reporte del diario estadounidense, el funcionario de Seguridad Interior no mencionó a ninguna persona en específico.
“Pero decirle a Cuba que algunos de los posibles deportados habían sido afectados por la filtración de la información de ICE equivalía a confirmar que buscaban refugio en EEUU. Todas las personas cuya información se filtró habían pedido protección en EEUU, y la filtración fue ampliamente cubierta por los medios estadounidenses”, reseñó el periódico.
Es aún peor, dijo Saúl Sánchez, porque, además, el caso propaga desconfianza en futuros solicitantes de asilo que se cohibirían de exponer la realidad de sus casos.
“En mi opinión, todos los afectados deben enmendar sus casos e incluir el desliz de ICE. No deben ser repatriados bajo estas circunstancias. La credibilidad de la agencia descansa en resarcir el error liberándolos”, dijo el activista anticastrista y defensor de los derechos de los inmigrantes.
De los 103 cubanos que DHS presentó al gobierno cubano para deportar, 46 resultaron afectados por la divulgación de su información personal.
“Esto es una violación del derecho a la privacidad de aquellos que solicitan asilo político y se lo han negado. El caso de estos cubanos evidencia lo muy desorganizada que está la Administración del presidente Joe Biden”, comentó a Radio Televisión Martí el abogado Lorenzo Palomares.
El jueves, un grupo de miembros del Congreso, incluidas las representantes Norma Torres (D-Pomona) y Nanette Díaz Barragán (D-San Pedro), enviaron una carta a la dirección de ICE exigiendo respuestas a cómo ocurrió la filtración y cómo estaba respondiendo la agencia.
“Creemos que el hecho de que ICE no cumpla con las normas simples para proteger a los solicitantes de asilo ha puesto en peligro la vida de estas personas vulnerables y sus familias, y lo instamos a tomar medidas inmediatas para garantizar la privacidad de esta y otra información confidencial en poder de la agencia”, escribieron los congresistas en la carta citada por el Times.
“Estamos profundamente preocupados por esta noticia, porque la ley federal exige que la información de las personas que buscan asilo se mantenga confidencial. Varios de nosotros recibimos con frecuencia visitas de personas que arriesgan la vida y el sustento para ayudar a sus comunidades a prosperar frente a los regímenes represivos. Algunas de estas valientes personas buscan asilo en los Estados Unidos, y es inaceptable poner su información en manos de malos actores”, añade la misiva.
En un mensaje en video enviado a Radio Televisión Martí, la representante federal republicana por el estado de Florida, María Elvira Salazar, pidió a la Casa Blanca que pare la deportación de estos cubanos, cuya información está en manos de La Habana, porque, de ser devueltos, sus vidas corren peligro.
“Esos cubanos tienen una marca en sus espaldas. Ya el régimen sabe que pidieron asilo político y se lo negaron, y ahora los van a deportar. Seguridad Interior tiene que mantenerlos en EEUU, reabrir sus casos y darles una nueva oportunidad”, dijo la legisladora de ascendencia cubana.
En busca de un pronunciamiento, Radio Televisión Martí contactó las oficinas del congresista Mario Díaz-Balart y del senador Marco Rubio. Al cierre, no habían respondido aún.
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