El trovador cubano Fernando Bécquer, sentenciado en octubre a cinco años de “libertad limitada” tras varias denuncias de abuso sexual, ha presentando una apelación a la condena, lo cual ha provocado la reacción de sus víctimas y de plataformas feministas en Cuba.
La productora y promotora cultural Claudia Expósito, quien fuera una de las primeras mujeres en denunciar los abusos sexuales cometidos por el trovador, escribió en su cuenta de Facebook sobre la “preocupación y la bronca que tengo al saber que Fernando de Bécquer apeló, que irá al Tribunal Provincial el caso".
Expósito lamentó, además, que este proceso de apelación traiga consigo "la revictimización de las denunciantes y sobrevivientes todas".
La plataforma feminista YoSíTeCreo en Cuba se hizo eco de la noticia en su cuenta de Facebook: “Hoy ha trascendido que el trovador Fernando Bécquer apeló la sentencia de cinco años de limitación de libertad, por delitos de abuso sexual”, apuntó.
La condena de cinco años de trabajo correccional sin internamiento contra Bécquer recibió un aluvión de críticas en las redes sociales. YoSíTeCreo en Cuba dijo que la condena enviaba "un mensaje de permisividad del estado cubano hacia el abuso lascivo y hasta de menores de edad".
La plataforma feminista criticó, además que la sentencia no ofrecía reparación a sus víctimas tras un "largo ciclo de revictimización, ciberacoso y demora del juicio", ni limitaba adecuadamente a un depredador sexual, ni protegía a potenciales víctimas futuras.
En un audiovisual compartido días atrás en sus redes sociales, el portal digital independiente El Toque se refirió a la “politización del caso”, indicando que, “de un lado, está un agresor que se declara ‘revolucionario’ como escudo ante el escrutinio masivo, y del otro, están las sobrevivientes que dieron su testimonio en medios independientes criminalizados desde el poder gubernamental que, por tanto, no eran considerados espacios legítimos para la denuncia”.
“No me asombra que sea una petición de cinco años sin internamiento, porque al final Bécquer ha demostrado fidelidad a las autoridades de ese país y demostrar fidelidad para los revolucionarios o los supuestos revolucionarios es un carné de inmunidad”, dijo a Radio Martí tras el anuncio de la sentencia la activista Yanelis Núñez, del Observatorio de Género Alas Tensas, con sede en Madrid.
Pero los principales órganos de poder en Cuba no lograron evadir del todo la noticia, como ha sucedido con anterioridad en situaciones similares.
Durante la celebración de la Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina, la ciudadana colombiana Paula Andrea Ramírez logró, personalmente, entregar una carta en manos del Ministro de Cultura cubano Alpidio Alonso, diciéndole: “Soy una de las mujeres que Fernando Bécquer abuso”.
Según Ramírez, el ministro Alonso, algo turbado respondió: "Eso lo tienen que denunciar. Eso no lo puede hacer". "La justicia en Cuba se está ocupando. Ustedes van a estar bien".
Desde el inicio del “Caso Bécquer”, muchas de las sobrevivientes de abuso sexual, así como activistas del feminismo en Cuba, han resultado víctimas de violencia verbal mediante acoso y amenazas en las redes sociales por parte, tanto del propio Bécquer, como de su círculo de fans y defensores, entre ellas, la periodista independiente y activista feminista Marta María Ramírez, la escritora María Matienzo y Paula Andrea Ramírez.
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