El Remolcador 13 de Marzo zarpó del puerto de La Habana rumbo a Estados Unidos con 68 personas a bordo el 13 de julio de 1994, inmediatamente, las autoridades portuarias le dieron la misión a varios capitanes de otros remolcadores, entre ellos el llamado Polargo 5, de perseguirlos. Este último fue el que lideró la agresión lanzando chorros de agua e invistiendo al 13 de Marzo hasta hundirlo.
En las oscuras aguas del litoral norte de La Habana, esa madrugada murieron 37 personas, entre ellas, 10 niños.
Un momento que, a pesar de haber transcurrido 28 años, no olvida Iván Prieto, quien perdió a 14 miembros de su familia, incluido su padre.
“Ese día para mí es un día bien triste, doloroso, puesto que, para mí, es como si hubiera sido ayer. Sigo, cada vez que pienso en eso… porque no solamente era mi papá, mis primos, había niños muy chiquitos y cuando al barco lo hunden […] de noche no se veía absolutamente nada, ni las manos mías se veían, pero sentía los gritos de los niños, y eso fue bastante impactante para mí y daban vueltas los remolcadores alrededor de nosotros para hacer olas y, cuando pienso que había tocado algo, era una mujer que estaba ahogada y eso sí me impactó, porque ahí me di cuenta de la situación en la que estábamos realmente”, relató el superviviente.
El gobierno cubano nunca reconoció el crimen, tampoco permitió que se sacaran los cadáveres del fondo del mar.
Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia y residente en Miami, organizó desde 1995 varias flotillas marítimas hacia las costas cubanas exigiendo justicia por la masacre.
Incluso las embarcaciones de Guardafronteras cubanas agredieron a su barco insignia. Hoy, Sánchez lamenta que al pasar del tiempo el crimen aún está impune.
“Muchos familiares hoy llevan luto en su corazón. Algunos perdieron hasta 14 miembros de su familia y, lo más triste de todo esto, es que todavía permanece impune aquel crimen horrendo y por parte de la dictadura, no hay ni el mínimo síntoma de arrepentimiento por aquella masacre”, lamentó el líder opositor.
Aunque el hundimiento ha sido denunciado y acogido en varios foros internacionales, los perpetradores han gozado de impunidad.
“No se ha hecho nada, absolutamente nada y así ha pasado a través de todos los años de la dictadura de los Castro”, declaró Prieto.