El Tribunal Municipal de Palma Soriano, en la provincia Santiago de Cuba, ratificó la sentencia de siete años de prisión al pastor Lorenzo Rosales Fajardo en un juicio de apelación manipulado por la Seguridad del Estado, dijo a Radio Martí su esposa, Maridilegnis Carballo, que asistió a la vista oral.
“Culminó en dos días el proceso de apelación y, en el caso de mi esposo, manifestante aquí, en Palma Soriano, fueron escuchados 15 testigos, todos de la Fiscalía, los policías y un perito, y se ratificó la sentencia de siete años de privación de libertad por los delitos de desorden público, desacato y atentado, sin que nadie en su favor, incluso, ninguno de los encausados, pudiera testificar frente al plenario”, señaló la mujer.
Carballo explicó que las autoridades sostienen el cargo de “atentado” contra su esposo “sin ninguna prueba ni base que evidencie la agresión”. Durante el juicio de apelación, “ni siquiera apareció la persona que fue supuestamente la víctima”, afirmó.
La esposa del pastor santiaguero se lamentó del resultado del proceso de apelación: “Fueron dos días terribles, llenos de tensión, de ver tanta mentira, tanta manipulación, pero seguimos creyendo que entre más duro esté siendo este proceso, más Dios se glorificará”, subrayó.
Rosales, dijo, está tranquilo. “Confiado, en que la última palabra es de Dios, no de tribunal, no del juez, no de autoridad”, expresó.
Sentenciados se rebelan
Mientras tanto, a Jorge Luis García, de 46 años de edad, le fueron ratificados los 13 años de sentencia, la condena más alta de todos los acusados, dijo su padre, Jorge García, que habló a Radio Martí de todo lo ocurrido en la sala penal, así como de la protesta que realizaron los sentenciados al terminar el juicio, dentro del camión jaula en el que fueron devueltos a las correspondientes prisiones.
“Jorge Luis fue el primero que gritó ‘¡abajo el comunismo!, ¡viva la libertad!’. Entonces, el resto de los reos dentro de la jaula comenzaron a corear ‘libertad, ¡libertad!’, y ‘¡abajo el comunismo!’, y golpeaban dentro del vehículo. Yo pensé que cuando llegara a la cárcel le propinarían una golpiza y sería castigado, pero ya nos llamó, y me dijo que no pasó nada, que todo estaba normal. Menos mal, porque yo me quedé muy preocupado”, detalló.
García coincidió con Carballo en que el juicio no se ajustó al debido proceso.
“Fueron muchas las mentiras que nos echaron en esos dos días en el juicio. Llenos de policías, que parecía que estamos rodeados de asesinos en ese lugar. Todo fue un engaño para todos nosotros. Muchas madres allí esperaban que sus hijos salieran en libertad, y nadie fue liberado. Todo eso fue manipulado por la Seguridad del Estado, donde los únicos testigos fueron los policías, quienes mintieron en su testimonio. Todo fue terrible”, contó el padre de Jorge Luis.