El joven Yoan de la Cruz, encarcelado por transmitir en vivo parte de las demostraciones del 11 de julio en San Antonio de los Baños, fue condenado a 6 años de privación de libertad, según indicó a Radio Televisión Martí su madre, Maribel de la Cruz.
El domingo 11 de julio, el joven de 27 años filmó el momento en que cientos de personas se congregaron en un parque de su pueblo y comenzaron una marcha, a la que se fueron sumando miles de personas exigiendo el fin de la dictadura y en protesta por la falta de alimentos y medicamentos.
Su directa en Facebook muestra a los cubanos avanzar pacíficamente hacia la sede del gobierno municipal y corear "Sí se puede", confiados en que era posible conseguir un cambio. Su filmación se hizo viral rápidamente y fue retransmitida por numerosos canales de Youtube.
“Yoan transmitió en directo por las redes sociales lo que acontecía, con lo que provocó que fueran visualizadas [las acciones] dentro y fuera del país y que en diferentes municipios y provincias se imitaran las nocivas acciones”, indica el expediente de la Fiscalía, en el que se asegura que el joven dijo consignas “contra el orden económico y social del país” y otras dirigidas a “denigrar la figura del Presidente de la República”.
De hecho, la protesta de San Antonio tuvo réplicas en más de 60 ciudades y localidades de la isla durante el 11 y 12 de julio y obligó al mandatario cubano Miguel Díaz-Canel a presentarse en el pueblo donde se originaron las primeras manifestaciones contra su gobierno.
La madre del joven encarcelado ya por 8 meses explicó a Radio Televisión Martí que el régimen lo condenó por los delitos de “desacato y desorden público”, pues en el video que grabó se escucha que invitó a la gente de su alrededor a “caminar” y unirse a la manifestación pacífica.
Testigos de la defensa señalaron que De la Cruz se limitó a filmar las protestas y trasmitir en vivo por Facebook.
“Él no hizo más nada y no tiró una piedra y no rompió una tienda y no hizo ninguna violencia”, explicó la madre del joven.
El joven cubano ha denunciado en numerosas ocasiones ser víctima de acoso y abusos dentro de la prisión por ser homosexual.
La madre informó que apelará la sentencia del joven para pedir que reduzcan la condena.
“Yo por lo menos voy a seguir haciendo todo lo posible -para que no quede de mi parte- por la libertad de mi hijo”, afirmó.
Su amigo, Adelth Bonne Gamboa, criticó la decisión del Tribunal y aclaró que si bien la condena se redujo dos años menos que la petición fiscal, no debe ser considerado como “un regalo o una benevolencia”.
“Una persona inocente no puede estar presa ni un día..... Un cubano que sufre día a día, acoso, discriminación y bullying tiene que estar libre....”, escribió Bonne en su perfil de Facebook.
El periodista Darío Alemán Cañizares, en un perfil sobre Yoan, publicado en el portal Yucabyte, asegura que el joven vivía con su madre y su abuela, de 83 años y que completó sus estudios preuniversitarios, sacó una licencia para trabajar como vendedor de tarjetas Nauta y otros servicios, y viajó a Rusia y Guyana para comprar mercancías para revender.
Numerosos grupos de derechos humanos y de la comunidad LGBTI han denunciado el proceso contra De La Cruz como una injusticia, agravada aún más por la homofobia de las autoridades comunistas.
El gobierno de Estados Unidos en varias oportunidades ha condenado el caso del joven.