El concurso “Empresario Cubano”, organizado por el Observatorio Cubano de Conflictos, contó con la participación de más de 1,000 cubanos dentro de la isla y arrojó que el 92% ciento de los participantes cree que en Cuba las trabas para invertir vienen desde el gobierno.
Empresario Cubano consistió en aconsejar a Pepe Pérez, un ficticio cubano canadiense, que quería invertir en una finca en Cuba para producir leche, queso, vegetales y frutas, sobre las dificultades con las que se tropezaría.
Los resultados fueron sorprendentes para muchos. De 1,043 trabajos presentados al concurso, 960 (92%), coincidió en que las trabas estaban en el bloqueo interno, y no en el embargo estadounidense, una cifra que “hay que valorar”, según explicó a Radio Televisión Martí Juan Antonio Blanco, el director del Observatorio Cubano de Conflictos.
"Me sorprendió el número, la proporción de personas, que ya están convencidas de que el problema fundamental es el bloqueo que el régimen, hace a la iniciativa particular que eventualmente criminaliza la creación de riquezas en la isla”, dijo Blanco.
Solo un 5% consideró que el bloqueo interno y el embargo de EEUU impedirían el proyecto de Pepe Pérez, mientras que el 3% estimó que las únicas dificultades para la inversión en Cuba son motivadas por este último.
Con relación a los resultados de los 1,043 participantes, 928 (89%), aconsejaron a Pepe Pérez no invertir en Cuba.
Las provincias que más participación tuvieron fueron Pinar del Rio, Santiago de Cuba y Camagüey.
El ganador del concurso fue Manuel Hernández, de La Habana, quien se llevó un premio en metálico de 1,000 dólares.
Francisco Herodes Díaz, de Santiago de Cuba, y Rogelio Rivas, de La Habana, obtuvieron premios especiales de 300 dólares cada uno.
En la ponencia ganadora, Manuel Hernández escribió que después de considerar las dificultades del proyecto, el único consejo que le daría a Pepe Pérez es que "si desea invertir sus ahorros en una finca, valore hacerlo en cualquier otro país donde su capital no corra tantos riesgos, y donde sus derechos como propietario y como inversionista estén garantizados por la ley".
Agregó que confiaba en que Pepe Pérez fuera prudente, y no se expusiera a la quiebra y a la pérdida de los ahorros que le deben haber costado años de sacrificio y trabajo duro.
