La huelga de hambre y sed que realizan varios miembros del Movimiento San Isidro en la ciudad de La Habana, reclamando la liberación de uno de sus miembros, el músico Denis Solís, unida a la represión desatada el pasado domingo por el régimen Castro-Canel contra quienes pretendían reunirse para manifestar su apoyo a los huelguistas, continúa generando una ola de rechazos y denuncias internacionalmente.
El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Michael Kozak, ha dejado saber al mundo su sentir ante lo que llamó "La fealdad de la represión en Cuba en 2020", y responsabilizó al régimen por enviar a sus "matones" a golpear y arrestar a los ciudadanos, así como por "atacar a periodistas internacionales" el pasado domingo durante una manifestación pacífica en la capital de la isla.
"La fealdad de la represión en Cuba en 2020: matones del régimen golpearon y arrestaron a ciudadanos que protestaban por violaciones desenfrenadas de derechos humanos y atacaron a periodistas internacionales este fin de semana. La policía cubana dejó que la mafia hiciera el trabajo sucio. Las democracias deben responsabilizar al régimen por sus acciones", dijo Kozak.
Por otra parte, Timothy Zúñiga-Brown, Encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Cuba, también hizo uso de la cuenta oficial de Twitter para dar a conocer el cariz de la situación a la que se enfrentan los actores de la sociedad civil en la isla caribeña.
"Los diplomáticos en países libres", señala Zúñiga-Brown, "se reúnen habitualmente con activistas de derechos humanos y miembros de la oposición pacifica. Son funciones normales".
Añadió, en ese contexto, que "espera que la comunidad internacional tenga acceso sin restricciones para comprobar la situación de los activistas del Movimiento San Isidro".
Mientras, la respuesta del régimen continúa expresándose a través de la represión y los intentos de desacreditar a los jóvenes huelguistas y a sus simpatizantes.
