A pesar del aparente optimismo de la cúpula gobernante en Cuba en cuanto a la implementación de una nueva estrategia económica, el politólogo y economista Enix Berrio vaticina un 2021 “muy duro” para una buena parte de la población y una profundización de las diferencias sociales.
“Una de las causas de la visible diferenciación social en Cuba se inició, justamente, hace 25 años, con el famoso proceso de la dolarización de la economía cubana. Aquella persona que tenía acceso al dólar, o al CUC, era la que podía vivir en mejores condiciones. Los que no, se quedaron en un nivel de pobreza. Al mismo tiempo, los sectores estatales que no tuvieron ingreso a la Moneda Libremente Convertible (MLC) se fueron quedando atrás”, explicó Berrio en entrevista con Radio Televisión Martí.
Entre las medidas anunciadas está la de la unificación monetaria y cambiaria, pero el gobernante Miguel Díaz-Canel reconoció que se mantendrá una dolarización parcial de la economía.
“El gran problema de la economía cubana es el déficit en divisas. Entiéndase que los principales mercados de bienes y servicios van a seguir siendo en dólares americanos, lo que va a traducirse en calidad de vida”, apuntó Berrio, y añadió:
“Los que están en el poder político, los empresarios que ostentan, detentan y usan los recursos públicos, o los que están vinculados a fuentes del exterior, son los que podrán tener recursos. El resto de la población transita hacia el empobrecimiento, la pobreza o la pobreza extrema. Cuba es un país con marcadas diferencias sociales asociadas a los ingresos que no están asociados al salario, sino a qué sector, de los que detentan el poder político, perteneces”, indicó el economista.
“Esa desigualdad se pone de manifiesto en el acceso a un sistema de salud distinto, a la garantía de bienes y servicios, a un carro, a ir de turismo, a comer en restaurantes, en fin, a poder acceder al consumo”, resaltó.
El aumento de los salarios se disolverá con el incremento de precios, a la vez que los privados tendrán que reordenarse de acuerdo al nuevo valor de la fuerza laboral y a los nuevos costos de los insumos.
En este sentido, Berrio considera que: “Habrá muchas de las empresas o microempresas, muchos de los trabajadores privados, que por falta de recursos -porque se va a seguir priorizando la empresa estatal- van a empobrecer, van a tener que salir del entorno privado y con un mecanismo de seguridad social incapaz”.
La eliminación de subsidios y gratuidades es otra de las disposiciones de la divulgada política gubernamental.
"¿Cuántas personas van a quedar desocupadas y desempleadas en este proceso de cambio? En mi opinión, entre 1 y 2 millones de trabajadores no van a tener empleo. ¿El sistema de seguridad y asistencia social va a dar respuesta a estas personas? Por supuesto que no. Las pensiones de los jubilados con la inflación se van a devaluar; van a perder, aún más, su capacidad de compra, por tanto, serán más pobres”, dijo el experto.
Berrio dijo que, por otra parte, hay personas que se van a enriquecer más, particularmente aquellos que "usufructúan los bienes del Estado, las grandes empresas, las exportadoras, la importadoras, las del turismo que ahora, con la devaluación de la moneda, van a tener mayores posibilidades de gestionarse con mejor éxito. ¿Y quiénes son los principales usufructuarios, los principales beneficiarios, si no es la élite política del partido o el gobierno cubano, la de los militares?”, concluyó.