La libreta de abastecimiento, aunque para muchos es un eufemismo, pues en realidad raciona los alimentos que los cubanos compran, ha adquirido un nuevo uso en Cuba, al menos en Sancti Spíritus y Holguín, donde hay que presentarla para poder comprar en las llamadas tiendas liberadas.
"El retroceso es tan grande que lo que estaba en venta libremente en moneda libremente convertible pues también está racionando por la libreta. O sea que es el único ejemplo en el mundo de una libreta que prácticamente está a punto de cumplir sesenta años", dijo desde La Habana el sociólogo Dimas Castellanos.
La tarjeta de racionamiento fue impuesta en Cuba desde 1963 para limitar la compra de alimentos básicos.
En Sancti Spíritus, por ejemplo, el gobierno autoriza cada día a 300 núcleos familiares a comprar productos como pollo, aceite y útiles de aseo, pero, previa presentación de la “libreta” como identificación.
De ahí, según el jefe de redacción del diario 14ymedio, Reinaldo Escobar, la nueva función de control de la libreta de abastecimiento.
"Aunque en la libreta de abastecimiento tiene en su portada una línea donde dice que este no es un documento de identificación, a la larga ha tomado ese punto porque en las tiendas en CUC, llamadas "shopping", donde también se puede pagar ahora en CUP, uno no está matriculado en una tienda, pero de alguna manera se convierte en un documento de identificación, porque te marcan en esa libreta, ese documento, que tú compraste un producto en esa tienda y luego que te marcaron allí, no puedes comprar en otra", explicó el periodista.
Pero, a pesar de estos controles, dice el diario, muchos clientes se quejan que cuando les toca comprar, llegan a las tiendas y no encuentran la mayoría de los productos que necesitan.
"Como diría Lenin, van dos pasos adelante y un paso atrás. Así van las cosas aquí", concluyó Escobar.