El alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, se disponía a llamar el viernes a la Casa Blanca para pedirle al presidente Donald Trump que incluyera a Cuba en la lista de países hacia y desde los cuales no habrá vuelos de pasajeros en las próximas semanas para evitar nuevos contagios potenciales del coronavirus.
“Voy a llamar a la Casa Blanca hoy a ver si puedo hablar con el Presidente, o con un asesor del Presidente, para pedirle por favor que agregue a Cuba como uno de los países donde no vamos a tener vuelos”, le dijo Giménez el viernes a Cary Roque, presentadora del programa de Radio Televisión Martí Tras la Noticia.
El alcalde del condado ya le había pedido al gobernador de la Florida, Ron DeSantis, que le hiciera esa misma solicitud a Trump. Giménez no confía en la información que el gobierno cubano comparte sobre los casos de coronavirus en la isla.
“No sé si tienen las pruebas [médicas] para saber quién y cuántas personas tienen [coronavirus], y el problema que tengo con eso es que sé que el sistema de salud de Cuba es horrible; no tienen las medicinas, no tienen la capacidad para saber cuántas personas” se han contagiado, declaró el alcalde.
Muchos de los que viajan en estos vuelos son residentes de Miami-Dade que van de visita a Cuba, y al regreso se reintegran a la vida cotidiana en el condado, lo cual podría representar un peligro para todos los que viven en el sur de la Florida si alguna de esas personas se contagió en la isla y no lo sabe, observa Giménez.
“Eso para mí es un peligro demasiado alto, no es necesario”, declaró el alcalde de Miami-Dade. “Yo sé que hay personas aquí que quieren ver a sus familiares en Cuba, pero para mí es un riesgo demasiado grande para nuestros residentes”, dijo.
Los protocolos no han puesto a Cuba en el mismo grupo de China o de Italia, indica Giménez, quien dice estar seguro de que los casos reales de coronavirus en la isla son mas que los reportados por su gobierno hasta el momento.
“Yo estoy seguro de que es mucho peor”, declara el alcalde del condado. “Cuando alguien va a Cuba tiene una gran probabilidad de ser infestado por este virus; entonces van a caminar por el aeropuerto de Miami, van a entrar y van a ir a sus hogares aquí en el condado de Miami-Dade, nadie va a tener ningún tipo de prueba, y entonces empiezan a infestar a los residentes del condado”.
No es un riesgo necesario, alega Giménez: no hay nada vital en estos viajes, y los posibles perjudicados son los que viven en Miami-Dade, insiste.
A la pregunta de Roque de por cuánto tiempo querría él que se suspendieran los vuelos de pasajeros entre Estados Unidos y Cuba, el alcalde responde que el plazo estaría en función de cómo evolucione la pandemia.
“Todo depende de cuánto dura”, contesta Giménez. “Sabemos que en China están bajando los números, creo que todavía está creciendo en Europa, así que van a ser diferentes tiempos en diferentes lugares del mundo”, manifiesta.
Hay que ver las medidas que toman las autoridades cuando el virus llega al país, y él no tiene ninguna confianza en las autoridades de Cuba, subraya el alcalde. Tampoco tiene ninguna confianza en el sistema de salud cubano, y por eso augura un mal resultado.
“Las condiciones sanitarias no son como las de aquí en Estados Unidos; las condiciones del sistema de salud no son las mismas de Estados Unidos; las condiciones para poder detectar este virus en Cuba tampoco son las que tenemos aquí en Estados Unidos”, dijo. “Así que creo que la situación en Cuba va a durar más tiempo, porque no creo que tienen la capacidad para tomar las medidas necesarias [que les permitan] controlar la situación”, declaró.