El científico cubano Ariel Ruiz Urquiola logró el martes por la noche salir de la Isla en su viaje aéreo a Europa, pero las autoridades le confiscaron una muestra biológica de un asno que murió en su finca, que él llevaba para ser analizada en un laboratorio.
Desde La Habana, su hermana, Omara Ruiz Urquiola, dijo a Radio Televisión Martí que antes de abordar el vuelo, cuando fue a pasar Inmigración, un oficial le retiró el pasaporte y el boleto "y se metió en una oficina... la historia de siempre".
Los hicieron esperar hasta que finalmente Ruiz Urquiola pasó el control migratorio. Pero al llegar a la puerta para abordar el vuelo, Omara recibió una llamada de su hermano.
"Le dicen que no puede abordar y vienen dos oficiales de Aduana y le retiran el ticket. Todo lo que pasó es que él llevaba una muestra biológica de la última burrita que apareció muerta en la finca. Era la posibilidad que teníamos de demostrar que nos han matado a todos los otros animales", explicó.
"No ha habido una investigación de la policía ni mucho menos. Son animales que están completamente sanos y al otro día amanecen muertos (...). Había la posibilidad de en un laboratorio de toxicología en Europa hacer el análisis. Ellos (las autoridades de Aduana) incautaron la muestra biológica", añadió.
Omara Ruiz Urquiola admitió que su hermano no tenía un permiso para sacar esa muestra biológica del país. "Dada la situación que tenemos nunca nos van a dar un permiso para sacar una muestra", subrayó.
Tras mucha insistencia de Ariel Ruiz Urquiola, y -apunta Omara- debido a la presión internacional, le devolvieron los boletos y el científico pudo salir rumbo a Alemania, donde hará una escala, y continuará vuelo a Suiza, donde ingresará en el hospital Cantón de Lucerna.
En enero pasado, las autoridades de Agricultura de Viñales, en Pinar del Río, amenazaron al científico con retirarle la licencia veterinaria para operar en la finca Infierno, donde lleva adelante un proyecto agroecológico. La licencia le permite tener animales en sus tierras en usufructo.
Las autoridades alegan que en corto tiempo se han presentado en la finca varios fallecimientos de ganado mayor, pero Ruiz Urquiola explicó entonces a Radio Martí que solamente "ha fallecido una vaca por problemas de salud". El resto es "consecuencia del vandalismo de simpatizantes del gobierno, algo que está documentado, denunciado y sin respuesta policial".
