Las niñas María Karla Fuentes y Lisnavy Valdés Rodríguez, de 12 años, y Rocío García Nápoles, de 11, perdieron la vida la tarde del lunes en La Habana Vieja al desprenderse el balcón de un edificio en el barrio de Jesús María, reportan medios de prensa independientes y publicaciones oficiales de la isla.
La tragedia ocurrió cerca de las 4:30 de la tarde, cuando las niñas salieron de la escuela primaria Quintín Banderas y ensayaban los actos en recordación este martes del natalicio de José Martí, informa el diario digital 14ymedio.
Yoelkis Hernández Sánchez, quien declaró vivir en Misión y Vives, a menos de una cuadra del lugar del derrumbe en Revillagigedo y Vives, le dijo a la periodista de Radio Martí Ivette Pacheco que aunque el edificio no estaba ocupado, algunas personas “se metieron” allí.
“Del lado de allá de ese edificio hay una escuela, entonces las muchachitas iban pasando por debajo de los balcones, y ahí se cayó el balcón y les cayó encima a las tres muchachitas”, manifestó.
A la pregunta de si había alguna señalización en el área, Hernández dijo que no. “Ellos no ponen señal ni nada, ellos no amarran una soga, no ponen que hay un edificio en derrumbe”, comentó. “Ellos no hacen nada de eso”.
Según el testimoniante, eran “personas particulares”, no una brigada del Estado, quienes estaban haciendo trabajos de demolición en la parte trasera del edificio “para después del derrumbe tratar de hacer otra vivienda”.
“Los bomberos llegaron aproximadamente casi una hora después de eso”, le dijo Hernández Sánchez a Pacheco. “Ya en estos momentos todo está igual, normal y no ha pasado nada, por lo menos con la gente del Estado. Los que están adoloridos son los familiares”.
Fernando Soler, otro vecino de la zona que dijo vivir a dos cuadras del lugar de la tragedia, confirmó que tres niñas perdieron la vida, pero dijo que en lugar “sí había señales que avisaban” del peligro.
“Pero usted sabe cómo son los muchachos, y hasta las mismas personas”, comentó Soler. “Fue una tragedia; una desgracia: las niñas estaban en el momento equivocado en el lugar equivocado”.
La reportera del diario digital 14ymedio Luz Escobar concuerda con Hernández Sánchez en que el lugar no tenía señalización.
De acuerdo con Soler, el departamento local de Servicios “Comunales sí estaba trabajando en ese edificio; el único edificio ahí que estaba en esa demolición era ese, por Comunales era ese nada más”.
En su cuenta de Facebook, el Canal Habana publicó los nombres de las niñas que perdieron la vida, y a renglón seguido una lista de visitantes al sitio de la tragedia.
“Al lugar de los hechos acudieron Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido [Comunista] en La Habana; Reynaldo García Zapata, gobernador de La Habana; funcionarios del gobierno, delegados, médicos y vecinos del Consejo Popular Jesús María, informó Freddy Francés Gallo, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en La Habana Vieja”.
“!Como si la presencia de esos personajes resolviera algo!”, escribió en un comentario al pie Miriam Ramírez Santana. “!Lo que tienen que hacer es preocuparse de que no ocurran estas cosas, en vez de estar presumiendo tanto de ser figuras públicas que no deciden ni resuelven ni ayudan NADA! ¿Hasta cuándo pasaran esas cosas?”
Según Irma Broek, a esos funcionarios debería darles vergüenza presentarse allí.
“Construir un hotel detrás de otro para turistas, mientras cubanos mueren aplastados, ¿es que no son seres humanos también?, dice Broek. ¿Me pueden decir si estas viviendas que están en peligro de derrumbes están puestas en una lista de espera?”
“Es normal: después que suceden las cosas va todo el mundo; antes nos dicen lo mismo, que […] no tenemos recursos, y en la esquina un lujoso hotel, y uno detrás del otro, ¿adónde vamos a parar?”, se pregunta Eduardo Silverio Cedeño.
