Una anciana falleció en la noche del lunes 15 de julio en el municipio de Jatibonico, provincia cubana de Sancti Spiritus, y versiones extraoficiales citadas por la agencia independiente Yayabo Press afirman que la causa de la muerte fue el cólera.
Las autoridades no permitieron que Berta María Padilla, de 77 años de edad y residente en La Charca, fuera velada,
Desde la víspera se decretó en esa demarcación una prohibición, tanto a los particulares como al Estado, de vender alimentos elaborados, y la emisora radial de la villa ha estado insistiendo en la necesidad de eliminar la cría de cerdos en la localidad.
El reportero Osmany Borroto señala que a los lugareños les llama la atención que los medios de comunicación hablen de la necesidad de eliminar cerdos, caballos y otros animales, pero no de la terrible enfermedad gastrointestinal.
Muchos jatiboniquenses plantean que debe haber más transparencia, y se declaran confundidos por el sospechoso silencio gubernamental, así como por la insólita rapidez con que son enterrados quienes fallecen en estas circunstancias.
Sancti Spiritus era con el municipio especial Isla de la Juventud una de las dos únicas provincias de Cuba donde no se habían reportado de manera independiente casos de cólera, desde que se extendió al resto del país el brote descubierto en Manzanillo, Granma a mediados de 2012.
Las autoridades no permitieron que Berta María Padilla, de 77 años de edad y residente en La Charca, fuera velada,
Desde la víspera se decretó en esa demarcación una prohibición, tanto a los particulares como al Estado, de vender alimentos elaborados, y la emisora radial de la villa ha estado insistiendo en la necesidad de eliminar la cría de cerdos en la localidad.
El reportero Osmany Borroto señala que a los lugareños les llama la atención que los medios de comunicación hablen de la necesidad de eliminar cerdos, caballos y otros animales, pero no de la terrible enfermedad gastrointestinal.
Muchos jatiboniquenses plantean que debe haber más transparencia, y se declaran confundidos por el sospechoso silencio gubernamental, así como por la insólita rapidez con que son enterrados quienes fallecen en estas circunstancias.
Sancti Spiritus era con el municipio especial Isla de la Juventud una de las dos únicas provincias de Cuba donde no se habían reportado de manera independiente casos de cólera, desde que se extendió al resto del país el brote descubierto en Manzanillo, Granma a mediados de 2012.