Durante las conversaciones migratorias celebradas este miércoles en Washington, Estados Unidos reiteró a Cuba su solicitud de poner en libertad a Alan Gross, ciudadano norteamericano confinado en una cárcel de La Habana desde diciembre del 2009.
Por su parte la delegación cubana en el diálogo bilateral sobre migración celebrado hoy en Washington valoró el tono "respetuoso" de las conversaciones, pero estimó que la Ley de Ajuste Cubano y la política "de pies secos-pies mojados" siguen suponiendo un obstáculo para un flujo migratorio controlado.
La reanudación del diálogo migratorio entre Estados Unidos y Cuba, que permanecía congelado desde enero de 2011, "se desarrolló en un clima respetuoso", señaló la delegación cubana en una declaración al término de la reunión.
"La delegación de Cuba reiteró su disposición a mantener estos intercambios en el futuro, por su importancia para los dos países", apuntó.
No obstante, tal y como hizo en las anteriores rondas sobre el asunto, la delegación cubana "reiteró que el contrabando de emigrantes no podrá eliminarse ni se podrá alcanzar una emigración legal, segura y ordenada entre los dos países, mientras se mantengan la política de pies secos-pies mojados y la Ley de Ajuste Cubano".
Esa ley, vigente desde 1966, y la política de "pie seco/pie mojado" establecen que los cubanos que llegan a suelo estadounidense pueden quedarse, mientras que los interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, son devueltos a Cuba.
Para La Habana, estas medidas "estimulan la emigración ilegal y las entradas irregulares de ciudadanos cubanos a los Estados Unidos".
La delegación cubana estuvo encabezada por la directora de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal; y la estadounidense por un subsecretario de Estado adjunto para Latinoamérica, Edward Alex Lee.
En la cita "se revisó la marcha de los acuerdos migratorios vigentes entre los dos países y se evaluaron los principales resultados de las acciones emprendidas por cada una de las partes y de forma conjunta para enfrentar la emigración ilegal y el tráfico de emigrantes", según la declaración cubana.
La delegación de Cuba informó a la de Estados Unidos "sobre la actualización de los procedimientos migratorios cubanos y su proceso de implementación".
Además, recordó que el Gobierno cubano ha ratificado dos
protocolos complementarios de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, uno contra el tráfico ilícito de migrantes y otro contra la trata de personas.
Según fuentes estadounidenses, el diálogo sobre migración tenía previsto centrarse en temas como "el procesamiento de las peticiones de refugiados, los visados de inmigrantes" y otros asuntos destinados a "facilitar el flujo regular de migrantes".
El diálogo coincidió con las tensiones desatadas por la retención en Panamá de un barco de bandera norcoreana que transportaba armamento de Cuba calificado por La Habana de "obsoleto".
Una portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, dijo hoy que Estados Unidos no planeaba tratar el asunto del barco durante la reunión sobre migración, porque son "conversaciones separadas", aunque sí planea contactar a Cuba "muy pronto" para hablar sobre el tema.
Por su parte la delegación cubana en el diálogo bilateral sobre migración celebrado hoy en Washington valoró el tono "respetuoso" de las conversaciones, pero estimó que la Ley de Ajuste Cubano y la política "de pies secos-pies mojados" siguen suponiendo un obstáculo para un flujo migratorio controlado.
La reanudación del diálogo migratorio entre Estados Unidos y Cuba, que permanecía congelado desde enero de 2011, "se desarrolló en un clima respetuoso", señaló la delegación cubana en una declaración al término de la reunión.
"La delegación de Cuba reiteró su disposición a mantener estos intercambios en el futuro, por su importancia para los dos países", apuntó.
No obstante, tal y como hizo en las anteriores rondas sobre el asunto, la delegación cubana "reiteró que el contrabando de emigrantes no podrá eliminarse ni se podrá alcanzar una emigración legal, segura y ordenada entre los dos países, mientras se mantengan la política de pies secos-pies mojados y la Ley de Ajuste Cubano".
Esa ley, vigente desde 1966, y la política de "pie seco/pie mojado" establecen que los cubanos que llegan a suelo estadounidense pueden quedarse, mientras que los interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, son devueltos a Cuba.
Para La Habana, estas medidas "estimulan la emigración ilegal y las entradas irregulares de ciudadanos cubanos a los Estados Unidos".
La delegación cubana estuvo encabezada por la directora de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal; y la estadounidense por un subsecretario de Estado adjunto para Latinoamérica, Edward Alex Lee.
En la cita "se revisó la marcha de los acuerdos migratorios vigentes entre los dos países y se evaluaron los principales resultados de las acciones emprendidas por cada una de las partes y de forma conjunta para enfrentar la emigración ilegal y el tráfico de emigrantes", según la declaración cubana.
La delegación de Cuba informó a la de Estados Unidos "sobre la actualización de los procedimientos migratorios cubanos y su proceso de implementación".
Además, recordó que el Gobierno cubano ha ratificado dos
protocolos complementarios de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, uno contra el tráfico ilícito de migrantes y otro contra la trata de personas.
Según fuentes estadounidenses, el diálogo sobre migración tenía previsto centrarse en temas como "el procesamiento de las peticiones de refugiados, los visados de inmigrantes" y otros asuntos destinados a "facilitar el flujo regular de migrantes".
El diálogo coincidió con las tensiones desatadas por la retención en Panamá de un barco de bandera norcoreana que transportaba armamento de Cuba calificado por La Habana de "obsoleto".
Una portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, dijo hoy que Estados Unidos no planeaba tratar el asunto del barco durante la reunión sobre migración, porque son "conversaciones separadas", aunque sí planea contactar a Cuba "muy pronto" para hablar sobre el tema.