A mí a veces me llama un amigo y me dice:
- “Voy a volar de Madrid a la Habana.
-¿Qué te llevo?.
-El periódico del día.
- ¿No quieres más nada?
“No...”, así cuenta la bloguera Yoani Sánchez sentada a la cabecera de una larga mesa color cereza oscura, rodeada de estudiantes de periodismo en la Universidad de Miami. “Y cuando lo recibo, la sensación siempre es... oxígeno. Me llega oxígeno.”
Sánchez hizo un espacio en su gira mundial para visitar al Cuban Heritage Collection de dicha universidad. Según una vocera de la universidad, este era un lugar que Yoani deseaba visitar.
Comentando sobre la diversidad en Cuba y cómo los periodistas podemos apoyar a las voces disidentes, Sánchez dijo, “hay que ayudar a mostrar esa Cuba plural y diversa. No somos una isla de verde olivo, tampoco somos una isla roja. [Somos] una isla multicolor. Es lo primero que sugeriría, porque ustedes están en los medios.”
Al preguntarle qué ayuda podíamos aportar los que somos hijos del exilio respondió: “Ayudar a los cubanos a empoderarse informativamente” y recomendó unos pasos prácticos para poder difundir esa información como llevar a la isla memorias flash (con o sin audiovisuales), periódicos, etc. “No tiene que ser siquiera de tema político o histórico. Puede ser algo sencillamente que actualiza lo que está pasando en el mundo.”
“Por ejemplo, hay personas que me dicen, ‘te mando un link.’ Pero el link no me sirve. No me sirve porque no tengo internet para dar clic en el link. Mándame la noticia copiada en correo electrónico. Parece muy rústico, parece muy elemental, pero así es como funciona en Cuba.”
Las redes sociales tienen un gran poder de esparcir información. “Muchos tienen conexión todo el día, todo el tiempo…pues ayúdenos a amplificar la voz.”
Refiriéndose a Twitter explicó, “un retweet me ha significado el cambio de estar unos minutos detenida y estar unos días detenida. Es un cambio pequeño, pero es muy importante. Y así le pasa a muchas personas activistas, periodistas independientes, y ciudadanos comunes en Cuba. Usted haga un retweet y lo está protegiendo. Si estamos en las redes sociales, ¿por qué no dan un retweet? ¿por qué no apoyar una causa? ¿por qué no amplificar una voz? Eso sería importante en todos los espacios del Internet.”
Después de unas preguntas más, Sánchez se disculpó amablemente para retirarse. Por nuestra parte, los estudiantes nos quedamos con la sensación de que habíamos experimentado un pedazo de la historia de Cuba.
- “Voy a volar de Madrid a la Habana.
-¿Qué te llevo?.
-El periódico del día.
- ¿No quieres más nada?
“No...”, así cuenta la bloguera Yoani Sánchez sentada a la cabecera de una larga mesa color cereza oscura, rodeada de estudiantes de periodismo en la Universidad de Miami. “Y cuando lo recibo, la sensación siempre es... oxígeno. Me llega oxígeno.”
Sánchez hizo un espacio en su gira mundial para visitar al Cuban Heritage Collection de dicha universidad. Según una vocera de la universidad, este era un lugar que Yoani deseaba visitar.
Comentando sobre la diversidad en Cuba y cómo los periodistas podemos apoyar a las voces disidentes, Sánchez dijo, “hay que ayudar a mostrar esa Cuba plural y diversa. No somos una isla de verde olivo, tampoco somos una isla roja. [Somos] una isla multicolor. Es lo primero que sugeriría, porque ustedes están en los medios.”
Al preguntarle qué ayuda podíamos aportar los que somos hijos del exilio respondió: “Ayudar a los cubanos a empoderarse informativamente” y recomendó unos pasos prácticos para poder difundir esa información como llevar a la isla memorias flash (con o sin audiovisuales), periódicos, etc. “No tiene que ser siquiera de tema político o histórico. Puede ser algo sencillamente que actualiza lo que está pasando en el mundo.”
“Por ejemplo, hay personas que me dicen, ‘te mando un link.’ Pero el link no me sirve. No me sirve porque no tengo internet para dar clic en el link. Mándame la noticia copiada en correo electrónico. Parece muy rústico, parece muy elemental, pero así es como funciona en Cuba.”
Las redes sociales tienen un gran poder de esparcir información. “Muchos tienen conexión todo el día, todo el tiempo…pues ayúdenos a amplificar la voz.”
Refiriéndose a Twitter explicó, “un retweet me ha significado el cambio de estar unos minutos detenida y estar unos días detenida. Es un cambio pequeño, pero es muy importante. Y así le pasa a muchas personas activistas, periodistas independientes, y ciudadanos comunes en Cuba. Usted haga un retweet y lo está protegiendo. Si estamos en las redes sociales, ¿por qué no dan un retweet? ¿por qué no apoyar una causa? ¿por qué no amplificar una voz? Eso sería importante en todos los espacios del Internet.”
Después de unas preguntas más, Sánchez se disculpó amablemente para retirarse. Por nuestra parte, los estudiantes nos quedamos con la sensación de que habíamos experimentado un pedazo de la historia de Cuba.