Varios partidarios del llamado Socialismo Participativo y Democrático en Cuba, como Pedro Campos, Miguel Arencibia, Hibert García, Ramón García, Félix Guerra, Orlando Ocaña y otros, han expresado a través de la Red Observatorio Critico sobre lo que consideran el déficit democrático que lastra la ley electoral 72/1992 y todo el sistema político actual en Cuba.
Los exponentes consideran que la ley electoral contiene elementos válidos para su democratización como el voto es secreto, que nada impide votar en una columna en blanco y que los electores pueden participar del conteo de votos en los colegios electorales, según lo estipula el apartado d, Artículo 4, de la Ley 72.
Sin embargo destacan, que los indispuestos con el sistema político-electoral han optado por no ir a las urnas, echar la boleta en blanco o anularla.
Si estas consideraciones llegaran a un consenso y a todos, esos votos lograran unificarse e identificarse con esas tres demandas simbolizadas en una D, escrita en la boleta y luego contabilizarse en forma independiente, se podría saber el voto a favor de la democratización.
La nota divulgaba bajo el título "Una acción afirmativa por la democratización", añade que "de los cubanos de fuera, excluidos del sistema, probablemente la mayoría votaría por esas tres demandas democratizadoras. Si sumáramos el voto interno por la democratización, con el de afuera, igualmente identificado y contado, un % considerable de cubanos estaría manifestando su acuerdo con democratizar el sistema político-electoral actual".
Votar D, en columna en blanco, permitiría saber cuántos están por la democratización, no importa si la comisión electoral anula ese voto, aseguran. LaD simbolizaría tres demandas- democratizar el sistema político-electoral y participar en el conteo de votos en las urnas.
Los exponentes consideran que la ley electoral contiene elementos válidos para su democratización como el voto es secreto, que nada impide votar en una columna en blanco y que los electores pueden participar del conteo de votos en los colegios electorales, según lo estipula el apartado d, Artículo 4, de la Ley 72.
Sin embargo destacan, que los indispuestos con el sistema político-electoral han optado por no ir a las urnas, echar la boleta en blanco o anularla.
Si estas consideraciones llegaran a un consenso y a todos, esos votos lograran unificarse e identificarse con esas tres demandas simbolizadas en una D, escrita en la boleta y luego contabilizarse en forma independiente, se podría saber el voto a favor de la democratización.
La nota divulgaba bajo el título "Una acción afirmativa por la democratización", añade que "de los cubanos de fuera, excluidos del sistema, probablemente la mayoría votaría por esas tres demandas democratizadoras. Si sumáramos el voto interno por la democratización, con el de afuera, igualmente identificado y contado, un % considerable de cubanos estaría manifestando su acuerdo con democratizar el sistema político-electoral actual".
Votar D, en columna en blanco, permitiría saber cuántos están por la democratización, no importa si la comisión electoral anula ese voto, aseguran. LaD simbolizaría tres demandas- democratizar el sistema político-electoral y participar en el conteo de votos en las urnas.