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Londres, la llama olímpica que se extingue


El primer ministro británico David Cameron (d) y el presidente del Comité Organizador (Locog), el exatleta Sebastián Coe, (i), comparecen ante los medios en el jardín del número 10 de Downing Street, en Londres, Inglaterra, hoy, domingo, 12 de agosto de 2
El primer ministro británico David Cameron (d) y el presidente del Comité Organizador (Locog), el exatleta Sebastián Coe, (i), comparecen ante los medios en el jardín del número 10 de Downing Street, en Londres, Inglaterra, hoy, domingo, 12 de agosto de 2

Londres dirá adiós esta noche –con una mezcla de orgullo y nostalgia-- a los XXX Juegos Olímpicos de la era moderna.

Con 15 títulos pendientes durante la jornada dominical, pero con el inminente triunfo de Estados Unidos en la puntuación por países, Londres dirá adiós esta noche –con una mezcla de orgullo y nostalgia-- a los XXX Juegos Olímpicos de la era moderna.

La potencia de Norteamérica aventaja a su gran rival, la gigantesca China, tanto en medallas de oro como de plata y bronce, y es cuestión de horas que consolide su reinado en una competencia que la capital británica coronó exitosamente, tanto en la organización como en los logros atléticos y en el acápite que, desde 1972, va de la mano de récords y premiaciones: la seguridad antiterrorista.

Cuba, como vaticinamos en esta sección informativa, logró mejorar la cifra de primeros lugares con respecto a Pekín 2008, pero no va a superar su presencia de hace cuatro años en el podio: de Asia los cubanos se llevaron dos oros, 11 platas y 11 bronces, y ahora, a punto de apagarse la llama del 2012, exhiben 4-3-5.

Con el boxeador Robeisy Ramírez, finalista hoy en la división de 52 kilogramos, y por intermedio de los luchadores del estilo libre Liván López (66 kilos) y Javier Cortina (96), en combates eliminatorios, la delegación que partió desde La Habana aspira sumar uno o dos títulos más.

De los cubanos trataremos más ampliamente, cuando el fuego olímpico se haya extinguido, pero la conclusión de los Juegos es una muestra en sí misma del terreno que han cedido los deportistas antillanos.

Cinco peleas de boxeo que involucran a solo un púgil de la Isla son el pálido reflejo de pasadas glorias; la final de voleibol masculino nos recuerda que por primera vez en varias décadas Cuba no está representada en ninguna modalidad por equipo, y el telón final del polo acuático, con tres conjuntos de la ex Yugoslavia en lucha por los premios, apenas trae a la mente que alguna vez se jugó al polo, de San Antonio a Maisí, y que los criollos alcanzaron formidables resultados en las lides continentales.

De todo ello, de los reinados de Phelps y de Bolt, humanos portentosos en el agua y en la tierra, repasaremos en extenso. Pero demos sitio ahora a la pausa final, al adiós de unos Juegos que son la inflexión dramática entre la flema inglesa y el frenesí latino: el apagado de la pira, esta noche, marcará el principio del conteo regresivo hacia Rio
de Janeiro 2016.
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