La colombiana Mariana Pajón es rápida, muy técnica, referencia mundial del bicicrós y desde este viernes es campeona olímpica, pero su secreto mejor guardado son sus supersticiones: siempre compite con los guantes y las medias de distintos colores, detalla Associated Press.
"Un día me equivoqué de medias y quedé campeona mundial y entonces pensé, 'pudo ser por esto"', comentó la atleta. "Desde entonces, cada carrera corro con medias diferentes, blanco y rojo, negro o blanco", reveló.
La joven de 20 años de edad, dominó el BMX en los Juegos Olímpicos con absoluta autoridad. En la final, tomó la delantera desde la rampa de salida y no la abandonó hasta el final, salvando cada bache, curva y salto con velocidad y sin el más mínimo error, describe la agencia de noticias.
Pajón cruzó la meta y emocionada rompió a llorar. "Tengo todavía que despertar mañana. Voy a dormir con la medalla, porque todavía no me lo puedo creer", dijo. "Pasé la meta y no sabía ni qué hacer. Saltaba, se me salían las lágrimas. No podía creer lo que había logrado", agregó.
La atleta comenzó a montar en bicicleta casi antes que a caminar. Su padre Carlos Pajón practicó bicicrós durante muchos años y le contagió a su hija el amor por esta modalidad del ciclismo, que entró en el programa olímpico en Beijing 2008.
Carlos, quien desde las gradas acompañó a su hija en su triunfo, dijo "era un compromiso grande que ella tenía con Colombia. He sido ciclista mucho tiempo y algo ayudó".
Pajón es ahora parte de la historia del deporte colombiano tras convertirse en la segunda campeona olímpica del país después de la pesista María Isabel Urrutia en Sydney 2000.
"Fue la juventud entera la que sacrifiqué por esto, pero decidí tener otro estilo de vida y lo conseguí. Este es mi trabajo, este es mi deporte, esta es mi profesión y obviamente lo que más me gusta".
En el año 2010, cuando supo que competiría en Londres 2012, se tatuó los aros olímpicos en la muñeca. Cuando regrese a Colombia, se tatuará su medalla de oro, resalta AP.
Sobre la próxima parada en Río de Janeiro 2016 dijo "primero voy a disfrutar de esto y ya después pensaré en lo otro".
"Un día me equivoqué de medias y quedé campeona mundial y entonces pensé, 'pudo ser por esto"', comentó la atleta. "Desde entonces, cada carrera corro con medias diferentes, blanco y rojo, negro o blanco", reveló.
La joven de 20 años de edad, dominó el BMX en los Juegos Olímpicos con absoluta autoridad. En la final, tomó la delantera desde la rampa de salida y no la abandonó hasta el final, salvando cada bache, curva y salto con velocidad y sin el más mínimo error, describe la agencia de noticias.
Pajón cruzó la meta y emocionada rompió a llorar. "Tengo todavía que despertar mañana. Voy a dormir con la medalla, porque todavía no me lo puedo creer", dijo. "Pasé la meta y no sabía ni qué hacer. Saltaba, se me salían las lágrimas. No podía creer lo que había logrado", agregó.
La atleta comenzó a montar en bicicleta casi antes que a caminar. Su padre Carlos Pajón practicó bicicrós durante muchos años y le contagió a su hija el amor por esta modalidad del ciclismo, que entró en el programa olímpico en Beijing 2008.
Carlos, quien desde las gradas acompañó a su hija en su triunfo, dijo "era un compromiso grande que ella tenía con Colombia. He sido ciclista mucho tiempo y algo ayudó".
Pajón es ahora parte de la historia del deporte colombiano tras convertirse en la segunda campeona olímpica del país después de la pesista María Isabel Urrutia en Sydney 2000.
"Fue la juventud entera la que sacrifiqué por esto, pero decidí tener otro estilo de vida y lo conseguí. Este es mi trabajo, este es mi deporte, esta es mi profesión y obviamente lo que más me gusta".
En el año 2010, cuando supo que competiría en Londres 2012, se tatuó los aros olímpicos en la muñeca. Cuando regrese a Colombia, se tatuará su medalla de oro, resalta AP.
Sobre la próxima parada en Río de Janeiro 2016 dijo "primero voy a disfrutar de esto y ya después pensaré en lo otro".