La madre del fallecido opositor cubano Orlando Zapata Tamayo confía en que se hará justicia, a ocho años de la muerte de su hijo tras una huelga de hambre de más de 80 días.
Tenía 42 años al momento de su muerte el 23 de febrero del 2010. Con la protesta buscaba denunciar la violación de derechos humanos y protestar por las condiciones de vida de los presos políticos en Cuba.
Había sido trasladado desde la cárcel a un hospital de La Habana cuando era irreversible su estado de salud.
"Espero que se haga justicia por el asesinato de Orlando Zapata Tamayo y todos los que han perdido su vida en aras de buscar libertad y democracia", dijo Reina Loina Tamayo a Radio Martí.
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La madre, que emigró poco después de la muerte de Zapata a Estados Unidos con su familia, reiteró que su hijo fue "asesinado".
Zapata Tamayo fue detenido durante la ola represiva conocida como "Primavera Negra", del 2003, pero no fue incluido en los juicios sumarios que terminaron en la condena a largas penas de cárcel de 75 disidentes cubanos.
Zapata fue inicialmente condenado a tres años de cárcel, pero lo impusieron nuevos cargos que elevaron su sanción a 36 años de prisión.
"Eso fue dirigido, un asesinato premeditado, aparte de toda la golpiza que le dieron", dijo su madre.
Los restos de Zapata fueron exhumados y trasladados a Miami en junio del 2011. Permanecieron depositados en el Mausoleo de los Veteranos de Bahía de Cochinos hasta que la familia decidió mudarse a Kentucky el pasado año.
"El mayor regocijo que puede tener mi corazón, de yo poder tener la poquita cosa que mi difunto hijo dejó", dijo la mujer, en relación a que en una habitación de la nueva casa guarda las cenizas y artículos personales de su hijo Zapata Tamayo.
(Reporte del periodista José Luis Ramos, de Radio Martí)