Yarisley, un salto sobre 40 000 dólares

Yarisley Silva ganó medalla de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo celebrado en Polonia.

La televisión en la Isla no trasmitió ninguna de las tres jornadas de la competencia celebrada el fin de semana en Sopot, Polonia, donde la cubana se llevó una bolsa de 40 mil dólares.
Con su medalla de oro en el XV Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo, la pinareña Yarisley Silva, saltadora con pértiga, encontró a las autoridades cubanas… asando maíz.

Tan ajenos a la posibilidad del triunfo estarían allá los pejes gordos de la divulgación, que --lo denuncian los comentarios de los internautas-- la televisión en la Isla no trasmitió ninguna de las tres jornadas de la competencia con sede el fin de semana en Sopot, Polonia.

Pero la muchacha, que debió emplear sus tres posibilidades para clasificar a la final (se exigían 4,55 metros), se hizo después del título, con 4,70.

Cuatro atletas alcanzaron la misma cifra, pero ganó la cubana porque lo hizo en su primer brinco, y esa primicia sirve para deshacer los empates. Después hubo esfuerzos sobre 4,75 metros, todas fallaron, y la bolsa de 40 000 dólares cayó en las manos de la pinareña.

¿Cayó en sus manos? Eso habría que verlo, compay, podría afirmar Elpidio Valdés, el personaje de los animados infantiles. Como ha sucedido durante medio siglo con deportistas y médicos, con empleados de empresas mixtas y bailarines de ballet, el Gobierno cubano se encarga de agarrar los billetes y de traspasar más tarde un pequeño por ciento de la suma a sus verdaderos titulares.

El oro de Silva se sumó a las medallas de plata y bronce de los triplistas Ernesto Revé (17,33 metros, 20 000 dólares) y Pedro Pablo Pichardo (17,24, 10 000 billetes), respectivamente, para ubicar a Cuba en el séptimo lugar del medallero entre 587 atletas y 141 países en liza. Fue en realidad un abrazo, pues también con 1-1-1 concluyeron Francia y la República Checa.

Treinta naciones negociaron al menos un lugar en el podio de premiaciones, con Estados Unidos como amo y señor, al cabo de una cosecha de 8-2-2.

Rusia fue el segundo en la cola, con tres de oro y dos de plata. Aunque distanciada de antiguas actuaciones --el más reciente campeón mundial de Cuba en campo y pista fue Dayron Robles, en los 60 con vallas bajo techo de Doha 2010-- la delegación criolla alcanzó a emitir destellos en el torneo clausurado el domingo en el estadio polaco Arena Ergo. La paradoja estriba otra vez en que sus valerosos atletas hayan conquistado pergaminos en pruebas de elevada complejidad, sobre todo la de pértiga.

Continúan extraviados en algún lugar del espacio, como ciertos capos de la mafia o algún que otro avión comercial atestado de pasajeros inocentes, aquellos corredores de velocidad que durante décadas siguieron los pasos de Enrique Figuerola, el subcampeón olímpico de Tokyo’ 64 en los 100 metros planos.