El padre Fernando Gálvez, párroco de la Iglesia Católica de San José de Lugareño, en Camagüey, dijo que, aunque era algo esperado, desde hace varios días le están llegando “comentarios cada vez más insidiosos”, sobre su persona, y sobre la Iglesia en general, por tratar de iluminar al pueblo hablando claramente sobre la realidad cubana.
"Han llegado a reunirse con las autoridades y, digamos, con los principales jefes, por decirlo de alguna manera, para decir que el cura está haciendo contrarrevolución, que está incitando a lanzarse a las calles o a poner carteles o, yo que sé, cosas por el estilo. ¿Qué es lo que pasa en el pueblo? Que hay gente que es débil y que termina a veces creyendo lo que se dice", señaló el religioso.
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O terminan sintiendo miedo, diciendo: el sacerdote está en problemas y no me conviene que me vean que voy a la Iglesia porque de esa manera yo me estoy exponiendo, según declaró a Radio Martí.
El padre Gálvez es uno de los sacerdotes cubanos que en enero pasado redactó el mensaje “He visto la aflicción de mi pueblo”, que refleja la crisis política, económica y social que vive el país.
Lee también Sacerdote cubano vaticina la primavera de una nueva Cuba: "está llegando", y es "imparable"Este martes, publicó en su cuenta de Facebook una reflexión en el que aborda este hostigamiento.
Según el sacerdote, su preocupación es que influya en los fieles la mentira, la calumnia, la manipulación para que dejen de asistir a misa, o al catecismo.
“Ahí sí, me molesta. Y como pastor, me preocupa”, dijo.
Cualquier realidad que hable de demandar soluciones o criticar realidades o cosas que no están bien, buscar el bien de la población que está sufriendo muchísimo, todo eso va a redundar en la política, afirmó el sacerdote.
""Porque en Cuba todo tiene que ver con la política. Ellos han introducido la política en todo. Todo lo han politizado", subrayó.
¿Cómo es posible vivir de manera anodina frente al entramado político?, se pregunta el padre Gálvez.
"La doctrina social de la Iglesia tiene unos fundamentos claros. Tiene que preocuparse por la acción social y la justicia en medio de un pueblo. Y, obviamente, eso implica denunciar también, en nombre de la justicia, cualquier estructura social económica o política que no vaya de acuerdo con el Evangelio de Jesucristo", dijo el religioso.
La fe cristiana tiene una idea muy clara de lo que es la persona humana, y de ella extrae ciertos principios que hacen posible un orden social libre, justo", concluyó.