Una bloguera adicta a las redes, identificada como Marine Richard, de 39 años, logró ganar una demanda en un tribunal de Toulouse contra una empresa proveedora de Wi-Fi, por lo que fue indemnizada por daños y perjuicios a su salud, en un hecho sin precedentes en el mundo cibernético.
El juez otorgó la razón a la demandante lo que le permitirá a ésta cobrar durante tres años prorrogables una pensión de invalidez de 800 euros al mes por padecer "alergia a las señales de Wi-Fi", informa el portal Agora Vox.
Según los abogados de Richard, la mujer reside en una granja en el campo porque no puede soportar la exposición a las conexiones de Wi-Fi que satura algunos ciudades de Francia donde las redes y otros dispositivos suelen ser más asequibles.
La demandante afirmó ante el tribunal que sufre sensibilidad electromagnética y que la exposición a los teléfonos móviles, Wi-Fi y televisores le causa una incomodidad extrema.
Se trata del primer caso en la jurisprudencia francesa en el que se da la razón a una demandante por sensibilidad electromagnética, lo que crea un precedente legal en Francia.