La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos acogió este jueves la presentación del Informe Anual del Instituto Casla sobre los crímenes de lesa humanidad ejecutados por el régimen de Nicolás Maduro, documentados en el año 2020.
En el informe, el Instituto Casla, con sede en la República Checa, incluyó un capítulo sobre la responsabilidad del gobierno cubano en la planificación de la represión e instigación de tales crímenes.
Lee también Elliott Abrams: Cuba trata a Venezuela como una colonia“Todos los métodos de hostigamiento, persecución, manipulación, control, espionaje y tortura dentro de la Fuerza Armada Nacional tienen el sello cubano”, dijo la directora del Instituto Casla en la presentación del informe, citando a uno de los testigos.
En el 2019, el Instituto Casla había abordado en su informe anual la injerencia cubana en la planificación de la represión sistemática y su participación en el crimen de la tortura en Venezuela, con varios testimonios de víctimas que describieron como fueron reprimidos y torturados por agentes cubanos, tanto en sedes de organismos de inteligencia como en sedes clandestinas de tortura.
Lee también Venezuela: 7 testimonios de la penetración cubana (VIDEO)Este año, dos de las incidencias presentadas ante la Corte Penal Internacional certifican que por lo menos 20 personas fueron torturadas por oficiales cubanos, en presencia de oficiales venezolanos.
“Estas torturas fueron ejecutadas dentro de un centro clandestino ubicado en un fuerte militar, donde los oficiales cubanos portaban uniformes militares venezolanos, y en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, DGCIM, en Caracas. Las víctimas describieron cómo fueron sometidas a días continuos de golpizas, asfixias, descargas eléctricas, colgamientos. A varios les golpearon las uñas con un martillo, y por lo menos uno fue víctima de violación y otras formas de violencia sexual”, señala el informe.
El documento dice, además, que no existe en Venezuela una institución pública que no esté infiltrada por cubanos en las más altas esferas, añadiendo que “no existe un plan de seguridad y defensa en el que no hayan participado los “asesores cubanos”.
El informe también reproduce parte de una serie de testimonios recopilados por el Instituto Casla para apoyar su denuncia ante la Corte Penal Internacional sobre la injerencia del régimen cubano en la inducción y ejecución de la represión sistemática y crímenes de lesa humanidad en Venezuela.