El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia Serguéi Lavrov expresó el lunes su gratitud a Brasil por su postura para buscar el fin de las hostilidades en Ucrania, un desarrollo que ha molestado tanto a Kyiv como a Occidente, y que por la tarde provocó un reproche por parte de la Casa Blanca.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se ha negado a enviar armas a Ucrania, y ha propuesto la creación de un club de países, que incluya a China y Brasil, para mediar la paz.
Lula dijo el domingo a reporteros en Abu Dabi que los dos países, Rusia y Ucrania, habían decidido ir a la guerra, y un día antes señaló desde Beijing que Estados Unidos debe dejar de "incentivar" el conflicto y empezar a discutir la paz. Hace unos días, insinuó que Ucrania podría ceder Crimea para poner fin a las hostilidades, algo que fue rechazado por el ministro del Exterior de Ucrania, Oleg Nikolenko, entre otros.
Después de reunirse con su homólogo brasileño el lunes, Lavrov dijo en una breve conferencia de prensa que Occidente se ha enfrascado en una "lucha bastante tenaz" para mantener su dominio en los asuntos mundiales, incluida la economía y la geopolítica.
"En cuanto al proceso en Ucrania, estamos agradecidos con nuestros amigos brasileños por su excelente comprensión del origen de esta situación. Les agradecemos por esforzarse en contribuir a encontrar la forma de resolverla", dijo Lavrov, acompañado de su contraparte brasileña, Mauro Vieira.
Los comentarios recientes de Lula, en particular los que asignan parte de la culpa a Ucrania por la invasión rusa de febrero de 2022, van en contra de la posición que mantienen la Unión Europea, Estados Unidos y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Y cualquier diálogo rumbo a un cese del fuego es visto como una oportunidad para que Rusia se reagrupe para una nueva ofensiva.
Zelenskyy dijo a The Associated Press el mes pasado que una derrota en cualquier lugar a estas alturas del conflicto podría poner en riesgo el impulso que ha conseguido Ucrania.
Por su parte, Vieira dijo a los reporteros que Brasil considera que las sanciones contra Rusia están causando impactos negativos en la economía global, en especial para las naciones en vías de desarrollo y que Brasil está a favor de un cese del fuego inmediato en Ucrania.
Después de la reunión, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, criticó la postura de Brasil en el conflicto y que sus funcionarios se hayan reunido en persona con Lavrov y con el presidente ruso Vladímir Putin, y que sólo hayan tenido conversaciones telefónicas con funcionarios de Ucrania.
"Brasil ha abordado sustantiva y retóricamente este tema insinuando que Estados Unidos y Europa de alguna forma no están interesados en la paz o que compartimos responsabilidad por la guerra", dijo Kirby a los reporteros en Washington. "En este caso, Brasil está repitiendo la propaganda rusa y china sin analizar todos los hechos".
Kirby dijo que el gobierno del presidente Joe Biden esperaba que Lula y otros instaran a los rusos a "cesar los bombardeos de ciudades, hospitales y escuelas ucranianas, poner fin a los crímenes de guerra y las atrocidades y, sinceramente, retirar a todas las fuerzas rusas de Ucrania".
Los dos ministros se reunieron con Lula por la tarde.
Como parte de sus esfuerzos para poner fin a las hostilidades, Lula también se ha abstenido de enviar municiones a Ucrania, pese a los pedidos del canciller alemán, Olaf Scholz. Lula dice que enviar municiones equivaldría a que Brasil ingrese en la guerra, a la que desea poner fin.
Su gobierno busca desarrollar en simultáneo vínculos con China, Europa y Estados Unidos, mientras mantiene una puerta abierta a Rusia. Sin embargo, sus más recientes declaraciones podrían haber socavado sus esfuerzos por conseguir estos objetivos encontrados, dijo Christopher Garman, director para el continente americano de la empresa consultora de riesgo político Eurasia Group.
"No se ve bien cuando tienes al canciller ruso a tu lado, y es la postura de Rusia", dijo Garman en entrevista telefónica. "La óptica afecta la credibilidad de Brasil como árbitro independiente, pero pienso que el significado es mucho mayor precisamente por las tormentas actuales que Lula ha desatado con sus comentarios en China y los Emiratos Árabes Unidos".
Su posición al parecer ha sido apreciada por Moscú. Uno de alrededor de 50 documentos clasificados que fueron filtrados por la plataforma Discord y revisados por The Associated Press dice que, a fines de febrero, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia apoyaba el plan de Lula de crear un club de naciones supuestamente neutrales, ya que ello "rechazaría el paradigma 'agresor-víctima' que tiene Occidente".
El documento cita como fuente al espionaje electrónico.
Los críticos argumentan que la posición de Brasil en cuanto a la guerra de Ucrania busca evitar un conflicto con uno de sus principales proveedores de fertilizantes para sus cultivos de soya, exportaciones que en gran medida van destinadas a China. Tanto Rusia como China tienen escaños permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y Brasil desde hace décadas ha buscado unirse.
Lavrov dijo el lunes a los reporteros que Rusia respalda la candidatura de Brasil.
Vinicius Vieira, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Getulio Vargas, una universidad y centro de estudios, dijo que los comentarios de Lula sobre Ucrania han sido "mal calibrados" y que decir que Kyiv debería ceder Crimea parecería apoyar a Rusia.
"El tema de los fertilizantes es fundamental, pero eso se resolvería con que Brasil permaneciera neutral y llamando a todas las partes en conflicto al diálogo, pero sin decir que Ucrania le debe algo a Rusia", comentó.
Tras su visita a Brasil, Lavrov viaja a Venezuela, y luego a Cuba y Nicaragua.
En un artículo publicado en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia y en el diario brasileño Folha de S. Paulo, Lavrov pareció proyectar la relación comercial con los países latinoamericanos — particularmente entre Rusia y Brasil, y en especial en lo referente a los fertilizantes — como contexto y como fuente de influencia para posibles discusiones sobre la negativa de Brasil a enviar armas a Ucrania, algo que Moscú quisiera garantizar.
El ministro del Exterior de Brasil dijo a la prensa que Rusia representa el 25% de las importaciones de fertilizantes de Brasil y que él y Lavrov discutieron medidas para garantizar ese intercambio comercial.