Como una batalla campal describió el alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, el escenario de represión del que fueron víctima algunos manifestantes de la jurisdicción.
El municipio capitalino de Chacao amaneció el sábado en calma luego de tres días sucesivos de protestas vespertinas que obligaron a suspender varios actos religiosos esenciales con motivo de la Semana Santa debido a enfrentamientos de jóvenes enmascarados y policías nacionales, en el marco de más de dos meses de violentas protestas antigubernamentales.
Chacao, que ha sido desde febrero el principal foco de protestas de la capital venezolana, lucía tranquilo, con sólo algunos restos de barricadas en sus calles y la molestia del olor residual del profuso uso de granadas de gases lacrimógenos lanzadas en los días previos para dispersar a los manifestantes, que parece estar impregnado a los árboles y las bancas de las plazas.
En la víspera, decenas de policías nacionales, con equipos antimotines, utilizaron gases lacrimógenos y balas de plástico para dispersar a manifestantes que bloquearon algunos de los principales pasos al municipio.
Los manifestantes, por su parte, atacaron con piedras y otros objetos contundentes a los policías.
Batalla campal en Chacao
Como una batalla campal describió el alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, el escenario de represión del que ayer fueron víctima algunos manifestantes de la jurisdicción.
Según publica el diario El Universal, el mandatario local precisó que Salud Chacao atendió a tres personas heridas, entre ellas un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana, quien presentó traumatismos craneoencefálicos, además de un manifestante con herido de perdigón y otro con una contusión en la cabeza, tras ser impactado por una bomba lacrimógena.
"Fue una batalla campal", sostuvo Muchacho, al asegurar que la situación obligó a suspender la misa y la procesión del Santo Sepulcro, actividades que iniciarían a partir de la 6:00 p.m. de acuerdo con el calendario de la Iglesia San José.
Chacao, que ha sido desde febrero el principal foco de protestas de la capital venezolana, lucía tranquilo, con sólo algunos restos de barricadas en sus calles y la molestia del olor residual del profuso uso de granadas de gases lacrimógenos lanzadas en los días previos para dispersar a los manifestantes, que parece estar impregnado a los árboles y las bancas de las plazas.
En la víspera, decenas de policías nacionales, con equipos antimotines, utilizaron gases lacrimógenos y balas de plástico para dispersar a manifestantes que bloquearon algunos de los principales pasos al municipio.
RT @GabyarellanoM13: Así inició ataque en #Chacao #18A pic.twitter.com/ThxnfDEzJq
— £$ŤÜÐłдnŤ€ ŘĄÐĬÇÅŁ (@Isabeghetto) April 19, 2014
Los manifestantes, por su parte, atacaron con piedras y otros objetos contundentes a los policías.
Batalla campal en Chacao
Como una batalla campal describió el alcalde del municipio Chacao, Ramón Muchacho, el escenario de represión del que ayer fueron víctima algunos manifestantes de la jurisdicción.
Según publica el diario El Universal, el mandatario local precisó que Salud Chacao atendió a tres personas heridas, entre ellas un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana, quien presentó traumatismos craneoencefálicos, además de un manifestante con herido de perdigón y otro con una contusión en la cabeza, tras ser impactado por una bomba lacrimógena.
18A 7:15pm SaludChacao ha atendido a 2 lesionados: joven con herida por perdigones y funcionario de la PNB con traumatismo craneoencefálico
— RAMÓN MUCHACHO (@ramonmuchacho) April 18, 2014
"Fue una batalla campal", sostuvo Muchacho, al asegurar que la situación obligó a suspender la misa y la procesión del Santo Sepulcro, actividades que iniciarían a partir de la 6:00 p.m. de acuerdo con el calendario de la Iglesia San José.