La oposición ha tratado por todos los medios de derrotar al gobierno por la vía electoral, y los único que ha logrado es legitimar el proceso.
El régimen de Nicolás Maduro, el ex chofer de autobuses nombrado por su predecesor como heredero único, controla la presidencia, la Asamblea Nacional, la judicatura, el Consejo Nacional Electoral, los militares y todos los medios de comunicación con la excepción de dos diarios.
La oposición ha tratado por todos los medios de derrotar al gobierno por la vía electoral, y los único que ha logrado es legitimar el proceso.
En el 2013 el Movimiento de Unidad Democrática (MUD) ha sido un oponente leal. En abril Maduro derrotó a Henrique Capriles por un margen del 1.5%del voto. El partido de la oposición reclama que ellos fueron los que ganaron sólo para ver como el gobierno manipuló la votación para aparecer como vencedor. Y quedarse en el poder.
Partidarios del MUD protestaron el conteo de votos y todas las irregularidades del proceso. El Consejo Nacional Electoral rehusó oír su reclamo.
Hace menos de dos semanas, los venezolanos volvieron a las urnas, esta vez para votar en comicios municipales. Capriles volvió a hacer campaña para probar con una victoria aplastadora que el gobierno era ilegítimo. Las encuestas pre-electorales mostraban que el 53 por ciento de los venezolanos veían en forma negativa el gobierno de Maduro.
Pero de nada valieron las encuestas. Capriles y los candidatos del MUD fueron derrotados de nuevo. El gobierno utilizó todos los recursos y todas los trucos disponibles para volver a torpedear los esfuerzos de la oposición. El domingo 8 de abril el gobierno de Maduro ganó con facilidad la mayoría de los municipios del país.
Los candidatos del gobierno obtuvieron el 50% de los votos emitidos ese día. La oposición sólo consiguió el 43% del voto. Esta vez no podía decirse que el gobierno se robó la elección. No fue necesario. Lo único que tuvieron que hacer es utilizar todos los recursos que tenía para derrotar al MUD.
Por ejemplo: Pocos días antes de los comicios Maduro forzó a los comerciantes a bajar drásticamente los precios de los electrodomésticos y hasta de los autos. Maduro contó con dos horas diarias de propaganda en lo canales de televisión. A Capriles se lo negaron. El dijo que había tenido que hacer campaña con un megáfono.
El día de las elecciones ambulancias y autobuses del gobierno llevaron a los partidarios del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a las urnas. Los de MUD tuvieron que ir por cuenta propia.
El conteo final mostró que PSUV obtuvo 5,265,930 votos, mientras que el MUD sacó 4,410,838 votos. Los candidatos del gobierno ganaron en 242 municipalidades del país, mientras que el MUD será gobierno en 76 ciudades, entre ellas algunas de las mayores en el país.
Las próximas elecciones en Venezuela se celebraran en el 2015, cuando el país elegirá a los miembros de la Asamblea Nacional. En Venezuela hay algo muy claro. Los que quieren un verdadera democracia para su país no lo van a poder conseguir mientras el gobiernos maneje todo el proceso.
En Venezuela ya hay algunos analistas políticos que cuestionan la decisión de Capriles de ser participe en todas las elecciones del país, cuando bien sabe que el gobierno las va a ganar, las va a comprar, o se las va a robar.
Ellos dicen que las protestas callejeras generan publicidad, pero no van a derrotar al gobierno. Al gobierno hay que presionarlo por todas partes. Hay que buscar apoyo entre los sindicatos y los militares. La oposición tiene que estar dispuesta a escalar la lucha en contra del gobierno si es que algún día espera derrotarlo.
No importa que Maduro no tenga el carisma de su predecesor Hugo Chávez. Mientras él controle todos los centros del poder, él permanecerá en el Palacio de Miraflores. En esta semana el mundo fue testigo de los funerales de Nelson Mandela, quien lograra derrotar el apartheid, en Africa del Sur. Muchos lo recuerdan como un líder benévolo quien perdonara a sus enemigos. Ellos olvidan que en su momento Mandela trató de derrotar al régimen por la fuerza.
El MUD en Venezuela tiene que intensificar su oposición al régimen. No puede permitir que Maduro compre el voto de los venezolanos. No puede seguir siendo el contrincante fácil que ayuda al gobierno a legitimar sus victorias.
Ya es hora que en Venezuela alguien diga: ¡“Ya basta! No estamos dispuestos a seguir jugando bajo estas reglas”. La nueva oposición ‘tienen que pelear por el control de las calles. Tienen que buscar el apoyo de los militares.
Como dijo la revista británica The Economist: “La oposición puede dejar de tener vigencia en el país al menos que pueda convertirse en un movimiento de resistencia al régimen”.
La oposición ha tratado por todos los medios de derrotar al gobierno por la vía electoral, y los único que ha logrado es legitimar el proceso.
En el 2013 el Movimiento de Unidad Democrática (MUD) ha sido un oponente leal. En abril Maduro derrotó a Henrique Capriles por un margen del 1.5%del voto. El partido de la oposición reclama que ellos fueron los que ganaron sólo para ver como el gobierno manipuló la votación para aparecer como vencedor. Y quedarse en el poder.
Partidarios del MUD protestaron el conteo de votos y todas las irregularidades del proceso. El Consejo Nacional Electoral rehusó oír su reclamo.
Hace menos de dos semanas, los venezolanos volvieron a las urnas, esta vez para votar en comicios municipales. Capriles volvió a hacer campaña para probar con una victoria aplastadora que el gobierno era ilegítimo. Las encuestas pre-electorales mostraban que el 53 por ciento de los venezolanos veían en forma negativa el gobierno de Maduro.
Pero de nada valieron las encuestas. Capriles y los candidatos del MUD fueron derrotados de nuevo. El gobierno utilizó todos los recursos y todas los trucos disponibles para volver a torpedear los esfuerzos de la oposición. El domingo 8 de abril el gobierno de Maduro ganó con facilidad la mayoría de los municipios del país.
Los candidatos del gobierno obtuvieron el 50% de los votos emitidos ese día. La oposición sólo consiguió el 43% del voto. Esta vez no podía decirse que el gobierno se robó la elección. No fue necesario. Lo único que tuvieron que hacer es utilizar todos los recursos que tenía para derrotar al MUD.
Por ejemplo: Pocos días antes de los comicios Maduro forzó a los comerciantes a bajar drásticamente los precios de los electrodomésticos y hasta de los autos. Maduro contó con dos horas diarias de propaganda en lo canales de televisión. A Capriles se lo negaron. El dijo que había tenido que hacer campaña con un megáfono.
El día de las elecciones ambulancias y autobuses del gobierno llevaron a los partidarios del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a las urnas. Los de MUD tuvieron que ir por cuenta propia.
El conteo final mostró que PSUV obtuvo 5,265,930 votos, mientras que el MUD sacó 4,410,838 votos. Los candidatos del gobierno ganaron en 242 municipalidades del país, mientras que el MUD será gobierno en 76 ciudades, entre ellas algunas de las mayores en el país.
Las próximas elecciones en Venezuela se celebraran en el 2015, cuando el país elegirá a los miembros de la Asamblea Nacional. En Venezuela hay algo muy claro. Los que quieren un verdadera democracia para su país no lo van a poder conseguir mientras el gobiernos maneje todo el proceso.
En Venezuela ya hay algunos analistas políticos que cuestionan la decisión de Capriles de ser participe en todas las elecciones del país, cuando bien sabe que el gobierno las va a ganar, las va a comprar, o se las va a robar.
Ellos dicen que las protestas callejeras generan publicidad, pero no van a derrotar al gobierno. Al gobierno hay que presionarlo por todas partes. Hay que buscar apoyo entre los sindicatos y los militares. La oposición tiene que estar dispuesta a escalar la lucha en contra del gobierno si es que algún día espera derrotarlo.
No importa que Maduro no tenga el carisma de su predecesor Hugo Chávez. Mientras él controle todos los centros del poder, él permanecerá en el Palacio de Miraflores. En esta semana el mundo fue testigo de los funerales de Nelson Mandela, quien lograra derrotar el apartheid, en Africa del Sur. Muchos lo recuerdan como un líder benévolo quien perdonara a sus enemigos. Ellos olvidan que en su momento Mandela trató de derrotar al régimen por la fuerza.
El MUD en Venezuela tiene que intensificar su oposición al régimen. No puede permitir que Maduro compre el voto de los venezolanos. No puede seguir siendo el contrincante fácil que ayuda al gobierno a legitimar sus victorias.
Ya es hora que en Venezuela alguien diga: ¡“Ya basta! No estamos dispuestos a seguir jugando bajo estas reglas”. La nueva oposición ‘tienen que pelear por el control de las calles. Tienen que buscar el apoyo de los militares.
Como dijo la revista británica The Economist: “La oposición puede dejar de tener vigencia en el país al menos que pueda convertirse en un movimiento de resistencia al régimen”.