Las autoridades venezolanas vinculan al estadounidense detenido el miércoles con grupos opositores.
El ministro del Interior de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, acusó a jóvenes del movimiento Operación Soberanía, que abogaron por elecciones transparentes en los últimos comicios, de estar vinculados con “grupos de derecha” para fomentar la violencia y desatar una guerra civil que diera lugar a una intervención extranjera en el país.
Según Rodríguez, cuerpos de seguridad del gobierno tenían información desde octubre del año pasado de los planes para llevar a cabo acciones desestabilizadoras violentas a partir de los comicios presidenciales del pasado 14 de abril.
Rodríguez anunció el arresto del estadounidense Timothy Hallett Tracy, de Michigan, presuntamente vinculado a esos planes y quien de acuerdo con el ministro es un agente con el alias de “el gringo” que tuvo contactos con miembros de la Juventud Activa Venezuela Unida (JAVU) participantes en la Operación Soberanía.
El estadounidense fue detenido en el aeropuerto de Maiquetía el miércoles cuando según fuentes del ministerio del Interior venezolano trataba de salir del país. El padre del estadounidense dijo a la agencia de noticias AFP que su hijo es un periodista que estaba en Venezuela para hacer un documental.
Pero Rodríguez declaró en rueda de prensa que se trata de “un agente de contrainteligencia, entrenado para captar personas” que recibió dinero de Organizaciones No Gubernamentales extranjeras. También dijo que las autoridades venezolanas tienen “un video donde se habla de los planes que se iban a ejecutar. Se tienen documentos probatorios de esto", recalcó.
Añadió que entre octubre y diciembre últimos, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detectó una operación denominada “Conexión Abril” para desconocer los resultados de los comicios-- que le dieron un muy discutido triunfo al oficialista Maduro--, y en consecuencia fomentar la violencia y “deslegitimar al gobierno”.
Las declaraciones del ministro están en línea con la reciente campaña difundida por voceros del gobierno y funcionarios chavistas quienes acusan al candidato de la oposición Henrique Capriles y a otros dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática, de haber incitado a las protestas populares pidiendo el recuento de la votación, con saldo de nueve muertos y decenas de heridos.
Según Rodríguez, cuerpos de seguridad del gobierno tenían información desde octubre del año pasado de los planes para llevar a cabo acciones desestabilizadoras violentas a partir de los comicios presidenciales del pasado 14 de abril.
Rodríguez anunció el arresto del estadounidense Timothy Hallett Tracy, de Michigan, presuntamente vinculado a esos planes y quien de acuerdo con el ministro es un agente con el alias de “el gringo” que tuvo contactos con miembros de la Juventud Activa Venezuela Unida (JAVU) participantes en la Operación Soberanía.
El estadounidense fue detenido en el aeropuerto de Maiquetía el miércoles cuando según fuentes del ministerio del Interior venezolano trataba de salir del país. El padre del estadounidense dijo a la agencia de noticias AFP que su hijo es un periodista que estaba en Venezuela para hacer un documental.
Pero Rodríguez declaró en rueda de prensa que se trata de “un agente de contrainteligencia, entrenado para captar personas” que recibió dinero de Organizaciones No Gubernamentales extranjeras. También dijo que las autoridades venezolanas tienen “un video donde se habla de los planes que se iban a ejecutar. Se tienen documentos probatorios de esto", recalcó.
Añadió que entre octubre y diciembre últimos, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) detectó una operación denominada “Conexión Abril” para desconocer los resultados de los comicios-- que le dieron un muy discutido triunfo al oficialista Maduro--, y en consecuencia fomentar la violencia y “deslegitimar al gobierno”.
Las declaraciones del ministro están en línea con la reciente campaña difundida por voceros del gobierno y funcionarios chavistas quienes acusan al candidato de la oposición Henrique Capriles y a otros dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática, de haber incitado a las protestas populares pidiendo el recuento de la votación, con saldo de nueve muertos y decenas de heridos.