LA HABANA.- Las víctimas del accidente aéreo del viernes en La Habana cuyos restos han sido identificados en el Instituto de Medicina Legal de Cuba son ya 20, entre ellas los cinco niños que murieron en el siniestro, que en total dejó 110 fallecidos, en su mayoría cubanos.
El director del organismo forense, Sergio Rabell, declaró a medios estatales que los equipos multidisciplinares que llevan a cabo el reconocimiento de las víctimas desde ayer sábado trabajan sin descanso, pero insistió en que el proceso puede tardar “hasta un mes”.
El vuelo DMJ-972 La Habana-Holguín, operado por Cubana de Aviación con un Boeing 737 alquilado a la mexicana Global Air, se estrelló el viernes minutos después de despegar del aeropuerto de la capital con 113 personas a bordo, de las que solo tres mujeres han sobrevivido.
Autoridades del Ministerio cubano de Salud Pública han explicado que la identificación se prolongará incluso semanas debido a que el violento choque desperdigó mucho los restos del avión, lo que impide a los expertos guiarse por los números de asiento que tenían asignados los pasajeros.
En el siniestro murieron 99 personas de nacionalidad cubana y once extranjeros: siete mexicanos -los seis miembros de la tripulación y una turista-, dos argentinos, un saharaui y un saharaui-español.
Rabell anunció que ya llegaron a Cuba desde México los familiares de la tripulación de la aeronave, a los que les están tomando muestras genéticas para facilitar el reconocimiento de los cadáveres.
Alojados en un hotel de La Habana también están desde el sábado, atendidos por equipos médicos y psicológicos, los allegados de la mayoría de las víctimas cubanas, a la espera de que concluyan las tareas de identificación.
En paralelo, continúan las investigaciones en el lugar donde se desplomó el avión, un área de cultivos aledaña al aeropuerto, donde un equipo de expertos busca datos que ayuden a esclarecer lo ocurrido.
Se espera que en las próximas horas aparezca la segunda caja negra del vuelo (la que registra los datos técnicos del aparato), y que pronto se conozca el contenido de la primera caja negra, la de voz, que ya está en poder de los investigadores.