El pasado sábado, 16 de mayo, cerca de las 10 de la noche, se presentaron cuatro agentes policiales en la patrulla 631 en la vivienda del periodista independiente Enrique Díaz, ubicada en la calle 85 No. 13640, en Los Pocitos, municipio Marianao, en un acto de venganza, según el comunicador, por la denuncia que realizó sobre la violación sexual de dos menores por dos policías.
Lee también Insisten en una ley contra violencia de género tras presunta violación de adolescentes por policíasAnte el encuentro, uno de los oficiales con chapa 00641, expresó: "Ahí está el gusano que subió el video a las redes sociales, vamos a cogerlo pa' caerle a palos y meterlo de cabeza en el maletero".
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Según Díaz, en ese momento salieron de sus viviendas una docena de vecinos en su defensa, que lograron entrarlo nuevamente a la casa y forzaron la retirada de los uniformados, quienes enarbolaban bastones y tonfas, listas para el ataque.
Osvaldo Mendoza y Lorena Sánchez fueron algunos de los residentes que defendieron al periodista, y en entrevista publicada en el portal CubaNet, con el que colabora Díaz, muestran su indignación por este acoso policial.
"Yo valoro que esto es algo personal que tienen ellos contra el compañero Enrique al denunciar las cosas que está haciendo la policía en Cuba, como violaron a dos muchachas", asegura el ciudadano Osvaldo Mendoza.
Lorena Sánchez, refiriéndose a los oficiales de la policía, dijo que "ellos no tienen ningún derecho ni a venir, ni a tumbarle la puerta ni a querele dar golpes a él y menos delante de los muchachos. Ya ayer sacaron los bastones para darle golpe, en cualquier momento, sacan el revólver".
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"Ella me comentaba -dice Díaz en referencia a Sánchez- que le insistieron, algo como que si yo había forzado la noticia, y ella dijo que en ningún momento. (...) Les presentaron dos fotos donde reconocieron a los policías [pero] desde ese primer día que fueron no saben más nada".
El 16 de abril, las dos menores fueron interceptadas por los dos policías en el municipio de Marianao, las llevaron a una finca en la zona del Palmar donde abusaron sexualmente de ellas.