Un grupo de personas del asentamiento ilegal Cepem, próximo a Playa Baracoa en Artemisa se enfrentaron el lunes a las fuerzas represivas, entre ellas policías y tropas especiales, luego de que las autoridades frustraran un intento de salida del país, entre el 27 y el 28 de agosto.
Este lunes, los residentes del lugar bloquearon el tránsito de la Carretera Panamericana, que conecta esa zona con La Habana y atacaron con piedras a los efectivos policiales que se presentaron a sofocar la protesta.
Videos divulgados en las redes sociales muestran el momento en que algunas personas forcejean con uniformados mientras militares boinas negras arrastran por el suelo a un hombre y a otro por las esposas, ambos, presuntamente, participantes de la demostración.
Más adelante, algunos vecinos del sitio sostuvieron un diálogo con autoridades y miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). La conversación quedó grabada en otro video en el que se oye a un individuo alegar que "si no nos quieren porque somos una comunidad ilegal, si no cabemos en este país porque nuestros salarios no nos alcanzan para comprar en las tiendas en divisa, si no hay petróleo para que las termoeléctricas funcionen, nosotros decidimos con nuestras vidas lo que nosotros queramos".
"Permítannos tomar decisión con nuestras vidas, que a fin de cuentas ustedes no nos pueden cuidar de lo que ya no tienen cómo. No tenemos cómo ir a comprar un vaso de leche porque es en divisa, no tenemos cómo comprar un par de zapatos porque es en divisa (...) somos un pueblo humilde que no nos estamos robando nada", dice.
Testimonios de personas que no quisieron ser identificadas aseguraron a Radio Televisión Martí que la policía y otros cuerpos represores llegaron el 28 de agosto en un camión militar y allanaron viviendas, rompiendo las precarias paredes, buscando la embarcación que finalmente fue decomisada.
"No nos cuiden tanto y permítannos la oportunidad de poder decidir por nuestras vidas. Nosotros no estamos yendo a robar nada a casa de nadie. Cuando se encuentran un artefacto hay 15.000, 30.000, 100.000, 300.000 pesos de cada familia unida para podernos ir. No queremos hacerles la contra a ustedes, no queremos que vengan esas personas a agredirnos y nosotros tener que tener esta respuesta. Simplemente somos cubanos".
"Ustedes no tienen cómo cuidarnos, porque ahora mismo no hay corriente y a mi niña la están picando los mosquitos. Si me la coge el dengue qué hago, una niña de ocho meses. Sin embargo, cuando paso por las casas de los dirigentes altos, no ustedes, tienen corriente, tienen planta", denunció el hombre del que no hemos podido averiguar su nombre.
“No quieran que nosotros pensemos como ustedes. No nos agredan cuando estamos haciendo una chalupa, cuando deberían ponernos una medalla", recalcó.
“Gastamos nuestro tiempo, gastamos nuestro dinero y encima de ello ponemos en riesgo nuestras vidas por el Estrecho de la Florida. Nos ponemos en riesgo. Lo que deberían hacerle es un monumento a los balseros”.
El nuevo Código Penal cubano que entrará en vigor en septiembre, impone penas de entre 1 y 15 años de privación de libertad a quienes intenten salir ilegalmente de la isla y a quienes organicen y faciliten estas operaciones.