El escritor Mario Vargas Llosa lamentó este sábado que el papa Francisco no haya invitado a ningún disidente a reunirse con él e insinuó que el Papa trabaja en una operación política a largo plazo que va más allá de Cuba y Estados Unidos.
Vargas Llosa dijo en la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, que tiene lugar en Charleston (Carolina del Sur, EEUU) hasta el próximo martes, que considera que el Papa Francisco decidió no hablar con la oposición cubana pensando que quizá en algún momento será recompensado por su actitud.
Agregó que el "capitalismo es inseparable de la libertad, de la democracia", en referencia a las recientes críticas del Papa contra este sistema económico, en su pasada visita a Estados Unidos, y a su silencio en relación con el sistema comunista imperante en Cuba.
La crítica del papa Francisco al capitalismo es una "vieja idea" que se enmarca, en opinión de Vargas Llosa, dentro de la tradición y doctrina de la Iglesia Católica, posición que, sin embargo, "está profundamente equivocada".
La figura de este Papa, a los ojos de Vargas Llosa, es una "figura política" y "muy interesante": por una parte "hace gestos y declaraciones que parecen de gran audacia" pero, por otro lado, "no hay nada concreto (...) no hay nada prácticamente detrás de esas posturas".
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