En Santiago de Cuba comenzarán a vacunar contra la fiebre amarilla a viajeros internacionales que tengan elevado riesgo de contraer la enfermedad, informaron las autoridades de Salud, aunque aseguran que en la isla no han detectado casos.
Una nota en la prensa oficial local con el anuncio aclara que los cubanos no necesitan esa vacuna para viajar a Nicaragua. Las autoridades del Centro Provincial de Higiene Epidemiología y Microbiología dijeron que han estado contacto con representantes de las aerolíneas Wingo, Copa y Avianca, y "quedó bien claro que ningún viajero cubano que emplee esta ruta para llegar a Nicaragua tiene la obligación de presentar el certificado internacional de vacunación contra la fiebre amarilla".
Según las autoridades sanitarias, en la isla no registran transmisión de esta enfermedad desde 1904.
Hace dos años Cuba reguló las vacunas contra la fiebre amarilla debido al incremento de la demanda por parte de viajeros que la solicitaban para salir del país, especialmente los que viajaban a Nicaragua. El MINSAP aclaró que desde ese momento las destinarían a las personas que por su exposición tuvieran elevado riesgo de contraerla, sin ofrecer detalles.
Los cubanos viajan masivamente a Nicaragua desde 2021, cuando el gobierno de Daniel Ortega, aliado de La Habana, eliminó el requisito de visa para los cubanos, lo que dio lugar a un éxodo masivo desde la isla para luego seguir en una ruta hacia Estados Unidos.
Aunque Cuba no figuraba en la lista las naciones a los que Nicaragua le pedía la vacuna contra la fiebre amarilla, muchos la solicitaban por precaución para evitar contratiempos al arribar a ese país.
La fiebre amarilla es una enfermed transmitida por la picadura de mosquitos Aedes aegypti y Haemagogus infectados. La OMS tiene un listado de los países con riesgo de transmisión y los que exigen vacunación.
Los primeros casos de la fiebre de Oropouche en la isla se reportaron en Santiago de Cuba, luego de múltiples testimonios de una "rara enfermedad" que se propagaba por el territorio. Menos de tres meses después, el Ministerio de Salud Pública confirmó que el virus se había extendido a las 15 provincias del país.