Ahora la gente no quiere los “chavitos”

Varias personas hacen cola frente a una Casa de Cambio (CADECA).

El antes demandado peso convertible parece haber caído en desgracia tras el anuncio de las autoridades de que el peso cubano será la moneda única.
La estatal Casa de Cambio (CADECA) reinició hoy la compra de pesos convertibles (CUC), luego de algunos días de interrupciones por falta de pesos no convertibles (CUP).

“Estamos cambiando cualquier cantidad de pesos convertibles por moneda nacional, sin ningún problema”, dijo esta mañana un empleado de CADECA preguntado por este corresponsal.

“A mí me cambiaron cuatrocientos CUC a veinticuatro por uno, y vea los billetes de a cien pesos cubanos que me dieron de cambio”, dijo un lugareño tras salir de CADECA.

Efectivamente, la curiosidad del joven no era infundada: aunque con fecha de emisión de 2008, el papel y la tinta de los billetes “olían” como si hubieran acabado de salir de las planchas. Los cambistas particulares ahora no aceptan pesos CUC, porque, sencillamente, la gente no compra CUC.

Billetes cubanos, unos de CUP (i) y otros de CUC (d), en La Habana (Cuba).

“Aquí traigo setecientos (CUC) y no he logrado vender ni uno”, dijo un cambista ya próximo el mediodía, sobre los pesos convertibles, popularmente conocidos como chavitos: “La gente que no recibe remesas no tiene dinero, y los que las reciben, no necesitan chavitos”.

En Puerto Padre, los CUCs suelen ser frecuentes en los bolsillos; una amplia comunidad de emigrados, fundamentalmente radicada en los Estados Unidos, envía dólares a familiares y amigos, que llegan a los destinatarios ya cambiados por CUC a través de las agencias de Miami dedicadas a este negocio.

Otro tanto ocurre con el personal médico o de otras instituciones, que, al cumplir encargos gubernamentales en Latinoamérica y África, también son poseedores de pesos convertibles.

Curiosamente, estos colaboradores del Gobierno son clientes frecuentes de los cambistas particulares que operan de forma ilegal, a quienes compran dólares estadounidenses para llevarlos en sus misiones al extranjero, y adquirir electrodomésticos y otros bienes, que les sería imposible traer a Cuba con lo que les pagan por sus colaboraciones “internacionalistas”

En una esquina un cambista clandestino susurra: "Chavitos ahora no compro, pero dólares en billetes grandes, todos los que tenga”.


(Publicado originalmente en Cubanet el 03/19/2014)