Un testimonio desde Manto Negro

  • Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Ivonne Malleza Galano, participante en la protesta del Parque de la Fraternidad, desde su confinamiento escribió una carta el 10 de enero de 2012 en la que denuncia las pésimas condiciones carcelarias del penal de mujeres.

“No sé si esto sirva para una denuncia, pero como yo estoy en la celda allí las condiciones de vida son desastrosas, las presas se tienen que bañar con agua fría en este tiempo, sin derecho a calentarla; la comida está muy mala y a veces en malas condiciones; los medicamentos a veces no se los dan y se demoran hasta dos días para dárselos. Yo sé que la celda es para cuando uno hace algo malo, para ellos te castigan, pero cuanto tú entras no te dan el colchón hasta las seis de la tarde y te lo quitan a las 6 e la mañana con sábana y todo; y aunque tengas frio o algún dolor no te lo dan, ya que dicen que esto es celda de castigo. Esto se mantiene así por diez días hasta que después te lo dan pero se mantienen las condiciones precarias. Yo sé que la mayoría de las mujeres que van a celda son tremendas pero son seres humanos”.

“Mira a ver si Martha Beatriz tira la denuncia si es que sirve esto… aunque yo no sé mucho de denuncias. Se me olvidó decirte que en la celda las llamadas telefónicas dieron solamente 5 minutos sin derecho a volver a llamar a tus familiares. No hay televisor ni para ver la novela ni nada, en fin estás encerrada todo el tiempo cogiendo esa humedad y esa frialdad en su cuerpo. Afuera trabajan presos hombres y ellos han dicho que a las mujeres las castigan y las llevan más duro y recio que a ellos”.

“Del Penal no puedo hablar mucho, pero lo que pude ver es casi parecido, lo único que tienes un poco más de libertad, pero las condiciones son pésimas también, dicho hasta por los mismos presos que llevan años ahí he tratado de hablar con ellas en el sol cuando salgo para cogerles los nombres para hacer más creíble lo que te digo pero no se atreven ya que tienen miedo de las represalias que tomen después con ellas y sus familiares. En prisión la mujer se acaba por esas malas condiciones de vida que llevan.”