MILWAUKEE- El expresidente Donald Trump se colocó frente al pódium en la noche de este jueves para aceptar formalmente su nominación como candidato presidencial del Partido Republicano, un anhelo por el que ha venido batallando durante los últimos años, con el apoyo de millones de seguidores.
En su largo discurso mencionó lo insólito de la presencia de submarinos nucleares rusos en Cuba.
"Rusia tiene submarinos nucleares y acorazados a 60 millas de aquí, a 60 millas de Miami, en Cuba ¿No lo quieren mencionar? Quizás así lo mencionen", dijo durante el discurso en la Convención Nacional Republicana.
Los barcos de guerra rusos se retiraron de Cuba el 17 de junio, pero altos cargos rusos han amenazado una y otra vez con desplegar misiles en la isla comunista como respuesta al apoyo estadounidense a Ucrania.
Poco después de esta mención de la amenaza rusa en Cuba, las cámaras se enfocaron en el congresista de Florida Carlos Giménez, quien dijo a Martí Noticias que muchos cubanoamericanos cercanos a Trump le han explicado la necesidad de presionar a la dictadura cubana.
Rodeado de toda su familia y aclamado por el público, el candidato coronó su nominación en un acto espectacular, en el que participaron varios artistas, luchadores y figuras del entretenimiento. Habló en un escenario semejante a la Casa Blanca.
En la noche final de la Convención Nacional Republicana, el empresario de 78 años se colocó nuevamente ante la multitud y prometió traer de vuelta el "sueño americano", eliminar la crisis en la frontera y ejecutar la "mayor deportación en la historia de Estados Unidos".
"Vamos a vivir los mejores cuatro años en la historia de los Estados Unidos, y debemos sanar las divisiones en nuestro país", dijo en los primeros momentos de su discurso.
Su candidatura presidencial llega tras sortear numerosos casos penales, de enfrentar rivales dentro y fuera de su propio partido, y a menos de una semana de salir ileso de un intento de asesinato, una experiencia que relató en detalle como algo "demasiado doloroso como para contarlo".
“La bala del asesino estuvo a un cuarto de pulgada de quitarme la vida", recordó conmovido. "Tuve a Dios de mi lado".
"Estoy de pie en este escenario solo por la gracia de Dios Todopoderoso", afirmó. De ese día, agradeció la intervención divina, la rápida acción del servicio secreto y la fidelidad de los asistentes que no corrieron en estampida tras lo ocurrido.
Lee también Trump está "bien" tras tiroteo en mitin, dice su equipo de campañaEl vendaje de su oreja herida y el momento en que levantó su puño llamando a la lucha con el grito de "Fight!, Fight!, Fight!" quedaron como símbolos de esta cita republicana, a la que Trump asistió cada noche para presenciar, una a una, las promesas de unidad que hicieron todos los oradores y delegados.
El elegido de los republicanos también se refirió a esto, afirmando que en esta ocasión se postula para ser el presidente de todos los estadounidenses porque "no hay victoria en ganar sólo la mitad de la nación".
Una vez más, se apegó al principio de hacer "otra vez" de Estados Unidos un país grandioso, el Make America Great Again (MAGA) con el que conquistó a millones de votantes en 2016.
Llamó a unificar la nación, a no satanizar ni perseguir la oposición política y a poner fin al uso del gobierno y del sistema judicial como un arma contra los ciudadanos.
"Es momento de cambiar", dijo.
Calificó de "incompetente" a la actual Administración Biden-Harris, lamentó la inseguridad de la frontera y prometió cerrarla para detener lo que llamó "invasión" de inmigrantes, que han traído la criminalidad y que han "robado los trabajos" a las comunidades hispanas y afroamericanas.
Entre sus promesas estuvo acabar con la inflación, fomentar la extracción petrolera, y llevar el patriotismo a las escuelas. También convertir a EEUU en el mayor productor de energía del mundo; hacer del país una superpotencia productora; reinstalar las fábricas de automóviles, reducir impuestos para los trabajadores, eliminar el impuesto sobre las propinas; y reconstruir ciudades y hacerlas seguras, limpias y hermosas.
Alertó que el mundo está “al borde de la Tercera Guerra Mundial” y criticó a la administración demócrata por no resolver las guerras en Ucrania y Medio Oriente. También mencionó el creciente espectro de conflicto que se cierne sobre Taiwán, Corea, Filipinas y toda Asia” y afirmó que durante su administración Rusia no pudo hacer avances expansionistas sobre ningún país.
Por otra parte, sugirió que los fondos de los programas del cambio climático serían utilizados en proyectos importantes como carreteras, puentes y represas.
Finalmente, hizo un llamado a jurar lealtad a la nación y a poner las diferencias a un lado, con el propósito de construir una América mejor y más poderosa.
La fiesta republicana, exuberante de rojo, azul y blanco, de lentejuelas, sombreros tejanos, de zapatillas y gorras doradas, de banderolas con el rostro y el nombre de Trump en mayúsculas, se cerró con una lluvia de globos sobre la multitud eufórica y confiada en que el presidente No. 45 será muy pronto el número 47.