El poblado de Torriente, en Jagüey Grande, provincia de Matanzas, lleva un mes confinado por el aumento de los casos de COVID-19, los pocos alimentos disponibles se venden hasta las 2 de la tarde y hay un toque de queda impuesto desde las 6 pm, no obstante, a causa del desabastecimiento imperante, se han relajado algunas restricciones y en los últimos días ya no se estaba viendo la presencia de Tropas Especiales en las calles del pueblo.
Sin embargo, este martes a las 7 de la noche el activista y ex preso político Alexander Águila Sosa, fue interceptado por cinco efectivos de Boinas Negras en la zona del parque, cuando regresaba a su hogar con un paquete de pollo que había resuelto en casa de un amigo.
Lee también Récord de muertes en Cuba en un día “con los peores resultados que se puedan dar”El también miembro del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, que ha denunciado reiteradamente la falta de transparencia informativa y el mal manejo de la pandemia en el territorio, habla para Radio Martí.
“Me dijeron que no podía transitar, yo les dije que ya me dirigía para mi casa con los tres muslos de pollo en la mano, entonces apareció un muchacho de la nada en un bicitaxi, y dice que yo lo había ofendido, me atacó con un palo, delante de los efectivos militares y comenzó a golpearme", relata Águila Sosa y agrega:
"Cuando yo comienzo a defenderme del ataque por el desconocido, es a mí al que cogen los Boinas Negras y me dan golpes en la cabeza, en los brazos, las piernas, hoy tengo un tremendo dolor en el área de las costillas, en la parte izquierda. Apenas me puedo sostener en pie, además recibí muchos golpes en el pecho", afirmó el opositor matancero.
Lee también Discapacitados cubanos muy vulnerables en medio de crisis por COVID-19"El atacante hizo su trabajo y no lo tocaron", aclara Águila Sosa. "No lo llevaron junto a mí para la estación de la policía. También quiero decir que aquí nada más hubo presencia de Tropas Especiales conmigo el martes, porque ya desaparecieron nuevamente. Yo tengo cuatro personas en mi cuadra que se pasan el día vigilándome, saben dónde yo voy, ellos sabían que yo estaba en la casa de una amistad”, aseguró.
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Luego de la golpiza, el activista fue conducido para la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria del pueblo (PNR), donde el jefe de sector lo liberó, no sin que antes, el opositor demandara al jefe de la unidad conocer la identidad del agresor que dirigió a la intervención de las Tropas Especiales.
“Es él quien me agrede, entonces es la primera persona que tiene que estar aquí en esta unidad detenido, y quiero saber dónde está y porque me atacó", cuestionó Sosa. "Entonces", admite, "el Jefe de Sector se quedó mirándome y no me respondió. Tuve que darle la espalda y regresar para la casa”, apuntó el activista.
Lee también Cuba supera los 100 mil casos mientras se agudiza crisis de alimentos y medicamentosEste miércoles, Alexander acudió a la farmacia y policlínico de la localidad, para intentar comprar algunos analgésicos con los que combatir los dolores que le provocó la agresión policial.
“Estaba en cero, allí no hay nada y la farmacia también está totalmente desabastecida, no tienen ni una aspirina”, aseveró Sosa.
Finalmente, el opositor responsabiliza a la Seguridad del Estado por lo ocurrido.
“Por mí, tuvieron que reconocer lo de la cepa sudafricana; tuvieron que reconocer la cantidad de muertos que hay en Matanzas y de no haber sido yo el denunciante, ellos habrían tapado la información, entonces lo tuvieron que hablar públicamente. Esa es la 'roña' que tienen conmigo. Yo responsabilizo al gobierno, a la policía política de este abuso, y temo por mi vida cuando salgo a la calle”, denunció Alexander.