El Tribunal Supremo de Cuba rechazó la solicitud interpuesta a favor de las hermanas Lisdany y Lidianis Rodríguez Isaac, encarceladas desde el 15 de julio después de que participaran en las protestas de Placetas, Villa Clara, donde residen.
“Yo le escribí al fiscal del Tribunal Supremo porque él dijo en la Televisión Nacional que manifestarse no es delito y como mis niñas lo que hicieron fue participar en las protestas de aquí pensé que sabiéndolo él tomaría alguna acción para ponerlas en libertad”, lamentó Barbarita Isaac Rojo, madre de las jóvenes.
“Pero no fue así, sino que me contestaron que yo debo ir a la Fiscalía Municipal que es el órgano que mandó prisión para ellas”, dijo.
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Lisdany y Lidianis Rodríguez Isaac están acusadas por el jefe de policía de la localidad de desacato, vandalismo, propagación de epidemia y desórdenes públicos, presuntos delitos por los que se les impuso la medida cautelar de prisión preventiva en la Cárcel de Mujeres villaclareña de Guamajal.
“Aquí en Placetas, las marchas fueron pacíficas. No hubo vandalismo, ni resistencia, Nada de eso”, explicó la madre de las prisioneras.
La abogada de las hermanas, Olga Mary Montiel, considera que el Tribunal Supremo se lavó las manos.
“Me dice, que hacen lo mismo siempre: la pelota rebota para atrás”, relató la desconsolada madre.
El presidente del Tribunal Supremo, Rubén Remigio Ferro, recalcó en conferencia de prensa el 24 de julio respecto a las protestas: "En el país no es delito pensar diferente, no constituye delito, es un derecho. No somos trogloditas”.
Isaac Rojo también pidió la intervención de la Asamblea Nacional en el proceso contra sus hijas, pero aún no ha recibido respuesta del máximo órgano legislativo.
Más de un mes después de las multitudinarias marchas, en las que miles de cubanos salieron a las calles a exigir “libertad" y "abajo la dictadura”, centenares de personas continúan recluidas en centros penitenciarios.