Tres presos políticos recluidos en la prisión de Guanajay, ubicada en la provincia de Artemisa, fueron encerrados el viernes en celdas de castigo después que protestaron por una medida implementada por las autoridades penitenciarias.
“Ahora mismo, hace unas tres horas, acaban de llevarse a tres de mis compañeros, Denis Hernández Ramírez, Omar Hernández Calzadilla y Víctor Alejandro Painceira, para celdas de aislamiento. El motivo fue que protestaron por la comida, que está mala, y entonces no quieren dejarnos entrar alimentos de la calle..., solo unos gramos de carne, dos paqueticos de galletas, en fin, nos quieren matar de hambre”, informó desde la misma cárcel, en una llamada grabada a la que Martí Noticias tuvo acceso, el también preso político Aleandry Lechuga Junco.
En una reunión, los mandos del penal informaron a los reclusos que sería reducida la cantidad de alimentos que los familiares pueden llevarles a los reos.
“Los reunieron para decirles que, de lo que uno les llevaba en el saco, le iban a rebajar; que, si antes le llevábamos cinco paquetes de galletas, ahora son dos paquetes, dos palitroques, dos ‘gaceñigas’... eso, para un mes”, explicó María Angélica Ramírez, la madre de Hernández Ramírez.
“El director [del establecimiento penitenciario de Guanajay] dijo que la disposición es para todos los prisioneros, que bajó de arriba, ‘de los jefes de los jefes’. La orientación es reducir las cosas que les llevan los familiares a los presos”, explicó.
Hernández Ramírez, Hernández Calzadilla, Painceira Rodríguez y el propio Lechuga Junco están encarcelados por participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021.
De acuerdo a la denuncia de Lechuga Junco, los prisioneros castigados habrían iniciado una huelga de hambre.
“Tuve contacto con ellos dos y dicen que no van a comer hasta que los saquen de la celda, porque no cometieron indisciplina, solo demandaron sus derechos”, afirmó el preso político.
“Desde el día que dieron la reunión y los metieron para la celda, no hemos oído más noticias de ellos. Entonces, una madre llamó al penal y el jefe le dijo que, las dudas que tengan, vayan el lunes, a las ocho de la mañana, para aclarar cualquier situación”.
Las madres y esposas quieren indagar sobre la situación de los confinados y acerca de la razón por la que reducen la cuota de alimentos permitidos a los reos.