Tres aprendices de magos cubanos en la cuna de la tecnología

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App cubano

Ninguno ha cumplido todavía 30 años, pero su carácter emprendedor y dominio de la informática impresiona, y así los creadores de una aplicación para conocer la cartelera cultural en Cuba se ganaron el pasaje a La Meca de la tecnología: Silicon Valley.

Para Sergio León (La Habana, 1990), Juan Alejandro Pérez (La Habana, 1990) y Juan Luis Santana Barrios (Mayabeque, 1992) tiene que haber sido como para un musulmán llegar a La Meca. El diario español El País dedica un reportaje a los primeros ciberemprendedores independientes cubanos en aterrizar en Silicon Valley.

El País señala que estos veinteañeros cubanos son parte de la primera generación de cubanos que aplican sus conocimientos de informática en el sector privado, "creadores de aplicaciones que siguen las dinámicas y técnicas de los grandes de Internet".

Hace año y medio se unieron para crear una solución a un interés de los jóvenes cubanos: saber en qué actividades culturales y de entretenimiento se puede participar cada día en su país. Esto, en las condiciones de limitado acceso a Internet, tecnología de última generación y medios de difusión que hay en la isla. El resultado fue“Ke Hay Pa’ Hoy?”, una aplicación cuyo lema es “la tecnología al servicio de la cultura”.

Santana combina su papel de desarrollador de iOS, el sistema operativo de Apple, con la dirección ejecutiva de Ke Hay Pá Hoy?, y cursa el último año en Ingeniería de Telecomunicaciones. Hernández y León se conocieron en la secundaria, hace ocho años, y se reparten el papel de director de operaciones y desarrollo en Android, y el de director de tecnología y desarrollo web respectivamente. León, además, es profesor universitario. Mientras que Hernández es ingeniero automático, un campo con cada vez más interés en Silicon Valley.

Durante su estancia en California estos tres aprendices de cibermagos cubanos visitaron Google, Facebook, Yelp, Stripe, Netflix, la universidad de Stanford y Airbnb. Admiten que su periplo por la cuna de la tecnología ha sido lo más parecido a un sueño, con trato propio de estrellas del rock.

En Netflix les dedicaron una jornada completa. Hablaron, sobre todo, de infraestructura y temas técnicos. “Hemos quedado en vernos de nuevo. El nivel de especialización que tienen deslumbra”, remarca Santana. En Google, además d almorzar con ingenieros cubanoamericanos que trabajan en la sede de Mountain View, recibieron documentación sobre Android, el sistema operativo de mayor crecimiento en móviles y el más popular en la isla.

Sobre Facebook dicen que “Nos vieron ya en Cuba, y nos comprometimos a conectar a compañías con desarrolladores”. SAP, Apple y Ericsson son algunas de las empresas que citan como interesadas en profundizar en la relación. “En Cuba tenemos capacidad para hacer aplicaciones y servicios online”, insisten.

De la visita a la empresa de Mark Zuckerberg destacan que hablaron con distintos responsables, desde los de WhatsApp a los que lideran FB Start, pensada para ayudar a pequeñas empresas tecnológicas, como es su caso.

Los artífices de este encuentro han sido Michael Laverty y su hermano Collin. El segundo está a punto de casarse con una cubana. El primero vivió un tiempo en Zaragoza. Ambos han creado Havana Strategies, una consultora que ayuda a las empresas de Estados Unidos a hacer negocios en la isla.

“Los conocimos hace un año y hemos creado una relación sólida con ellos. Han dado asesoramiento a nuestros clientes sobre el ecosistema emprendedor en Cuba y han explicado cómo adaptar aplicaciones para su contexto. Lo que más nos impresiona es su compromiso para hacer que haya más gente como ellos en Cuba”, dice MIchael. Según el trío, hay alrededor de una decena de startups en gestación en la isla.

Cuando les preguntan si quieren emigrar, dada su capacidad, lo niegan. “Respetamos a los que emigran, por supuesto, pero pensamos que podemos hacer mucho por Cuba. En redes sociales sentimos mucho apoyo”, afirma León. “Queremos que nuestros compatriotas sientan que cualquiera con una idea genial la puede hacer realidad. A cualquiera se le alumbra el bombillo, pero hay que ponerse para eso”,