El legendario capo mexicano de la droga Joaquín "El Chapo" Guzmán fue trasladado el sábado a una prisión en el estado de Chihuahua, en la frontera con Estados Unidos, dijeron autoridades locales, en un hecho que parece acercarlo a la extradición.
Guzmán permanecía recluido desde enero en una cárcel de máxima seguridad de Almoloya, en el Estado de México, luego de ser reaprendido tras una espectacular fuga el año pasado del mismo centro penitenciario.
La Secretaría de Gobernación dijo en un comunicado que el traslado del narcotraficante se debió a distintas obras que se realizan en la prisión para reforzar la seguridad, mientras que el portavoz de la presidencia, Eduardo Sánchez, rechazó que el movimiento formara parte de los esfuerzos por enviarlo a Estados Unidos.
No obstante, un alto funcionario de seguridad mexicano que emitió declaraciones bajo condición de anonimato, dijo que el jefe del sanguinario Cártel de Sinaloa podría ser extraditado antes de julio.
"Creo que en este primer semestre lo van a hacer", comentó.
Un funcionario del estado Chihuahua, que también pidió no ser identificado, dijo que la existencia de un consulado estadounidense en la entidad podría ayudar a que el traslado de Guzmán pueda ser procesado más rápido que a través de la embajada de Estados Unidos.
El funcionario dijo que creía que Guzmán podría ser enviado a Estados Unidos en cuestión de semanas.
Guzmán es considerado el mayor introductor de drogas a Estados Unidos y en 2013 fue catalogado como el enemigo público número uno de la ciudad de Chicago. Autoridades de ese país han solicitado su extradición para juzgarlo por varios casos de tráfico de estupefacientes.
Uno de los abogados del poderoso narcotraficante, Juan Pablo Badillo, dijo en una entrevista que su equipo de defensores estaba planeando reunirse para redefinir su estrategia ante los tribunales tras el abrupto traslado, pero que en este momento no podía ser extraditado porque hay amparos vigentes.
"Qué tal si llegara Donald Trump (al poder), él dice que quiere llevarse al Chapo allá para patearle el trasero (...) es un temor fundado de que vayan a ocasionarle un daño mayor, hasta privarlo de la vida", comentó.
El portavoz de la presidencia, Eduardo Sánchez, rechazó que el movimiento formara parte de los esfuerzos por enviarlo a Estados Unidos