Mientras los californianos lidian con dos tiroteos masivos mortales con solo unos días de diferencia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está brindando su apoyo a nuevas medidas de control de armas, incluida la renovación de la prohibición de las armas de asalto que como senador defendió en 1994.
“Incluso mientras esperamos más detalles sobre estos tiroteos, sabemos que el flagelo de la violencia armada en todo Estados Unidos requiere una acción más firme”, dijo el presidente Biden en un comunicado el martes después de los tiroteos del lunes en dos lugares en Half Moon Bay, California, que dejó al menos siete personas muertas.
Los tiroteos ocurrieron solo dos días después de que un hombre armado matara a 11 personas en un estudio de baile en Monterey Park, California, mientras la comunidad asiático-estadounidense de esa ciudad celebraba el fin de semana del Año Nuevo Lunar.
“Una vez más, insto a ambas cámaras del Congreso a que actúen rápidamente y envíen la prohibición de las armas de asalto a mi escritorio, y tomen medidas para mantener seguras a las comunidades, escuelas, centros de trabajo y hogares estadounidenses”, exhortó Biden.
El lunes, la senadora Dianne Feinstein, demócrata de California, junto con los senadores demócratas de Connecticut Richard Blumenthal y Chris Murphy, presentaron un proyecto de ley para restablecer una prohibición federal de la compraventa de armas de asalto, así como una legislación para aumentar a 21 la edad mínima para poder comprar un arma de asalto. Esa prohibición expiró en 2004.
“El flujo constante de tiroteos masivos tiene un hilo común: casi todos involucran armas de asalto. Y eso es porque estas armas fueron diseñadas para matar a muchas personas lo más rápido posible”, dijo Feinstein. “Es hora de que hagamos frente al cabildeo de las armas y eliminemos estas armas de guerra de nuestras calles o, al menos, de mantenerlas fuera del alcance de los jóvenes”.
La prohibición de armas, a la que se oponen los republicanos y los activistas por los derechos de las armas, bloquearía la venta de 19 armas específicas que tienen las características de las utilizadas por los militares y cargadores ya prohibidos que pueden contener más de 10 rondas de municiones.
El congresista demócrata David Cicilline presentará una versión complementaria del proyecto de ley en la Cámara de Representantes. Ambas cámaras deberán aprobar el proyecto de ley para que llegue al escritorio de Biden para su firma como ley, una posibilidad muy pequeña con los republicanos controlando la Cámara.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que la administración está considerando más acciones ejecutivas para abordar la reducción de la violencia armada.
“Pero lo que creemos es que el Congreso debe actuar”, dijo en intercambio con reporteros el martes.
39 tiroteos masivos en lo que va de año
Ha habido más incidentes mortales de violencia armada en lo que va del año que en cualquier año registrado: 39 tiroteos masivos, definidos como incidentes con al menos cuatro víctimas baleadas en todo el país en las primeras tres semanas de 2023.
En junio pasado, poco más de un mes después del tiroteo masivo en una escuela primaria de Uvalde, Texas, en el que perdieron la vida 19 niños y dos adultos, y de un tiroteo masivo en un supermercado de Buffalo, Nueva York, en el que murieron 10 afroestadounidenses, Biden promulgó el pasado mes de junio una ley bipartidista de seguridad de armas.
La legislación, la primera regulación importante de seguridad de armas aprobada por el Congreso en casi 30 años, incluye el fortalecimiento de las verificaciones de antecedentes para los compradores de armas entre las edades de 18 y 21 años y proporciona incentivos para que los estados aprueben las llamadas leyes de bandera roja que permiten a los grupos presentar peticiones ante los tribunales para quitar las armas a las personas que se consideren una amenaza para sí mismas o para los demás, entre otras disposiciones.