Los principales actores del transporte aéreo internacional se reúnen este lunes y martes en Cancún, México, con el foco de sus preocupaciones puesto en la seguridad y en las consecuencias de las prohibiciones dictadas por Estados Unidos y Gran Bretaña a las computadoras y tabletas en cabina.
Las alternativas a la prohibición de abordar con aparatos electrónicos más grandes que un celular, la activación de un mecanismo de compensación de las emisiones de la aviación internacional (Corsia, por su siglas en inglés) y la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes por vía aérea estarán en la agenda de la Asamblea General de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
"La industria se está portando bastante bien", resume Alexandre de Juniac, director general de la organización en una conferencia telefónica y agrega que las compañías aéreas están "en números negros por octavo año consecutivo", mientras que el número de pasajeros, que alcanzó 3.800 millones en 2016, deberá duplicarse dentro de 20 años.
Estas perspectivas positivas se ven, no obstante, empañadas por la prohibición de abordar con aparatos electrónicos cuyos primeros efectos empezaron a pesar en marzo y abril sobre el tráfico entre Estados Unidos y los aeropuertos de Medio Oriente y África, objetivos de la decisión estadounidense, según la IATA.
La asociación agrupa a 275 aerolíneas que representan el 83% del tráfico internacional.
"Encontrar alternativas para seguir volando seguro sin el inconveniente de la prohibición de laptops" será uno de los puntos calientes de las discusiones, explicó De Juniac.
"No tenemos ninguna duda acerca de (la existencia de) la amenaza. Tenemos dudas acerca de la medida que se ha propuesto" por Estados Unidos y Gran Bretaña, agregó el ejecutivo, calificándola de "inapropiada".
La IATA, por su parte, ha propuesto como parte de las discusiones con las autoridades de ambos países una serie de medidas "basadas en la tecnología, la capacitación u otros medios como los perros" para detectar la presencia de explosivos en dispositivos electrónicos, precisó.
El tráfico mundial se situó en un muy alto nivel en abril con un aumento del 10,7% (de acuerdo con la medición de pasajero por kilómetro transportado o "RPK"), pero hay "indicios de que algunos pasajeros están evitando rutas donde la prohibición está en vigor", según la IATA.
El 21 de marzo, citando el riesgo de atentados, autoridades estadounidenses prohibieron a los pasajeros provenientes de 10 aeropuertos de ocho países árabes y de Turquía abordar con computadoras portátiles, tabletas y otros aparatos electrónicos. Gran Bretaña siguió su ejemplo y tomó una medida similar pero limitada a seis países.
Tras advertir en un primer momento que contemplaban ampliar esta medida a Europa y a otras regiones, Estados Unidos anunció el martes que por ahora no decidirán imponer este tipo de prohibición para Europa.
De ampliarse la prohibición a los vuelos entre Europa y Estados Unidos, la IATA estima que el golpe en la productividad sería de unos 1.400 millones de dólares.
Las medidas de "proteccionismo que se manifiestan aquí y allá en países poderosos e importantes" también forman parte de las preocupaciones de la asociación, agregó De Juniac en referencia a Estados Unidos y Gran Bretaña.
Entre otros temas clave figurarán los problemas de infraestructura insuficiente o de gestión del tráfico aéreo de cara a su crecimiento exponencial, así como la puesta en marcha de acuerdos sobre las emisiones de carbono de las aeronaves.
Los 191 estados miembros de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) se han trazado el objetivo de limitar de aquí al 2035 las emisiones del sector al nivel de las de 2020.
En este contexto, las aerolíneas podrán comprar créditos de carbono de otros sectores económicos (producción de energía, eficiencia energética).
(AFP)