Las fuerzas del gobierno sirio atacaron zonas rebeldes con cloro gaseoso en las últimas semanas y meses, lo que provocó fuertes problemas respiratorios a hombres, mujeres y niños.
Al menos veinticinco personas murieron hoy, entre ellas tres menores, por un bombardeo de la aviación gubernamental siria en la localidad de Atareb, en la provincia septentrional de Alepo, según el informe del Observatorio Sirio de Derechos
Humanos.
La ONG señaló que hay un número indeterminado de heridos, algunos de ellos graves, por este ataque contra un mercado de la población.
Mientras, en la ciudad de Alepo, helicópteros castrenses arrojaron barriles de explosivos contra el barrio de Hanano. En la periferia de esta localidad, aviones del Ejército abrieron fuego contra la zona de Andan, sin que por el momento se sepa si hay víctimas.
Los ataques se producen después de que ayer al menos nueve personas perdieran la vida en choques y ataques aéreos en la provincia, agregó el Observatorio.
Entre esas víctimas hay al menos seis combatientes islamistas que perecieron en enfrentamientos contra las fuerzas del régimen de Bachar al Asad en Alepo y sus afueras.
El resto de fallecidos el miércoles son dos niños y una mujer que murieron por el impacto de barriles de explosivos lanzados por helicópteros de las fuerzas armadas contra la población de Heritan.
Las fuerzas del gobierno sirio atacaron zonas rebeldes con cloro gaseoso en las últimas semanas y meses, lo que provocó fuertes problemas respiratorios a hombres, mujeres y niños, según entrevistas de The Associated Press con más de una docena de activistas, médicos y habitantes.
La versión fue negada por Siria y todavía no ha sido confirmada por ningún gobierno ni organización internacional. Pero de ser verdad, subraya las limitaciones del esfuerzo internacional por privar al gobierno del presidente Bashar Assad de sus armas químicas.
Los testigos cerca de Damasco y en un pueblo central en poder de los rebeldes hablaron a la AP de docenas de casos de ahogo, desmayos y problemas respiratorios por la inhalación del gas, que algunos dijeron era amarillento y olía como un limpiador con cloro. Aseguraron que las emanaciones provenían de granadas de manos y barriles arrojados desde helicópteros.
Los activistas han publicado videos similares a los de un ataque en agosto con armas químicas cerca de Damasco que mató a cientos de personas y estuvo a punto de provocar ataques aéreos estadounidenses a las fuerzas sirias. Los nuevos videos muestran a hombres, mujeres y niños pálidos jadeando en hospitales de campaña.
Hasta ahora, las nuevas imágenes no han tenido repercusión en la comunidad internacional a causa de la reticencia de las potencias mundiales de involucrarse en otro episodio oscuro de la guerra civil siria días antes del plazo para que el gobierno sirio entregue todas sus armas químicas.
Humanos.
La ONG señaló que hay un número indeterminado de heridos, algunos de ellos graves, por este ataque contra un mercado de la población.
Mientras, en la ciudad de Alepo, helicópteros castrenses arrojaron barriles de explosivos contra el barrio de Hanano. En la periferia de esta localidad, aviones del Ejército abrieron fuego contra la zona de Andan, sin que por el momento se sepa si hay víctimas.
Los ataques se producen después de que ayer al menos nueve personas perdieran la vida en choques y ataques aéreos en la provincia, agregó el Observatorio.
Entre esas víctimas hay al menos seis combatientes islamistas que perecieron en enfrentamientos contra las fuerzas del régimen de Bachar al Asad en Alepo y sus afueras.
El resto de fallecidos el miércoles son dos niños y una mujer que murieron por el impacto de barriles de explosivos lanzados por helicópteros de las fuerzas armadas contra la población de Heritan.
Las fuerzas del gobierno sirio atacaron zonas rebeldes con cloro gaseoso en las últimas semanas y meses, lo que provocó fuertes problemas respiratorios a hombres, mujeres y niños, según entrevistas de The Associated Press con más de una docena de activistas, médicos y habitantes.
La versión fue negada por Siria y todavía no ha sido confirmada por ningún gobierno ni organización internacional. Pero de ser verdad, subraya las limitaciones del esfuerzo internacional por privar al gobierno del presidente Bashar Assad de sus armas químicas.
Los testigos cerca de Damasco y en un pueblo central en poder de los rebeldes hablaron a la AP de docenas de casos de ahogo, desmayos y problemas respiratorios por la inhalación del gas, que algunos dijeron era amarillento y olía como un limpiador con cloro. Aseguraron que las emanaciones provenían de granadas de manos y barriles arrojados desde helicópteros.
Los activistas han publicado videos similares a los de un ataque en agosto con armas químicas cerca de Damasco que mató a cientos de personas y estuvo a punto de provocar ataques aéreos estadounidenses a las fuerzas sirias. Los nuevos videos muestran a hombres, mujeres y niños pálidos jadeando en hospitales de campaña.
Hasta ahora, las nuevas imágenes no han tenido repercusión en la comunidad internacional a causa de la reticencia de las potencias mundiales de involucrarse en otro episodio oscuro de la guerra civil siria días antes del plazo para que el gobierno sirio entregue todas sus armas químicas.