El autor, editor y periodista cubano Jorge Fernández Era llevó a cabo la tarde de este martes la protesta pacífica que había anunciado en las redes sociales frente al monumento a José Martí en el Parque Central de La Habana.
La manifestación contiene cuatro reclamos enunciados, en meses anteriores, por un grupo de cubanos, entre ellos la académica Alina Bárbara López Hernández:
-Inmediata liberación de los presos políticos y de conciencia, incluidos los muchachos del 11J, quienes cumplen desde hace dos años injustas y desproporcionadas condenas.
-Convocatoria a una Asamblea Constituyente que reformule la Constitución y haga factible el ejercicio de derechos hoy violados.
-Que el Estado, en medio de un envejecimiento poblacional galopante, no desatienda a las personas de la tercera edad. Ellos dedicaron su vida a defender un proyecto social que no garantiza vejez digna ni descanso pleno.
-Que cese el acoso y represión contra los que disentimos. Es una opción legítima en cualquier sociedad democrática, en países que presuman de poseer un Estado de Derecho.
Fernández Era relató a Martí Noticias que la demostración pública se desarrolló sin incidencias molestas y a ella se unieron otras cuatro personas.
Sentados en bancos del parque Central estaban varios individuos que el escritor creyó identificar como agentes de la Seguridad del Estado, pero no intervinieron durante la hora que duró la acción cívica y, aparentemente, solo vigilaban los alrededores.
“Yo pienso que tuvo mucho que ver la solidaridad que ha habido a partir de la carta que comenzó a rodar hace 16 días y no se ha cerrado, siguen firmando personas y es una carta muy contundente, no solo por su contenido sino por la cantidad de personas que la han firmado de todos los sectores de la sociedad”, dijo el escritor.
En la carta titulada "Hay que reír para ver" firmada por más de 600 personas, los signatarios denuncian "la campaña de acoso y descrédito" impulsada por el régimen contra Fernández Era, a quien califican como "referencia para el humor cubano durante cuatro décadas".
“Lo mismo intelectuales de muchísimo prestigio de todo el mundo, incluidos los cubanos que están aquí, y cubanos que están en el extranjero, pero también se han sumado choferes de autos, trabajadores por cuenta propia, enfermeros, médicos, de toda la sociedad, y eso da una idea de que se ha tomado conciencia de que hay que cambiar las cosas”, opinó Fernández Era que ha sido duramente acosado por las fuerzas represivas cubanas en los últimos meses.
El 6 de abril fue arrestado e interrogado durante varias horas en la estación policial de Aguilera luego de que publicara una columna en la que ridiculizaba la nominación de candidatos octogenarios al Parlamento cubano.
Los agentes policiales abrieron un proceso penal al escritor por "denegación de auxilio y desobediencia". Días más tarde, las autoridades judiciales le impusieron una medida cautelar de reclusión domiciliaria y la prohibición de salida del país.
Cada día 18 de mes, Alina Bárbara López y Fernández Era desarrollan en lugares diferentes, ella en un parque de la ciudad de Matanzas y él en el Parque Central de La Habana una manifestación silenciosa y pacífica para reclamar derechos de los ciudadanos.