Silvio Rodríguez sostiene que los cambios en Cuba no son fruto de la nueva etapa en las relaciones con Estados Unidos, sino de la evolución del propio sistema nacional.
En una entrevista concedida a la web La Poderosa, que recoge la voz del barrio de Lugano, uno de los más humildes de Buenos Aires, Argentina, el cantautor asegura que "nuestras rectificaciones empezaron bastante antes que las conversaciones con el Gobierno norteamericano" y dice que los cambios en Cuba "vienen de consultas populares, del análisis crítico de nuestra sociedad, de la evidencia de sistemas fallidos u obsoletos".
Rodríguez también reconoce que su país "necesita avanzar en muchos aspectos y creo que los cambios van a ser importantes. Ocurren lentamente, en parte por la resistencia de una burocracia temerosa de perder ventajas, y también por perjudicar lo menos posible a sectores vulnerables, acostumbrados a depender del Estado. Esto último es uno de los factores que me mantiene en los barrios".
Para Silvio, el hecho de que estos cambios lleguen ahora que Raúl y Fidel Castro están vivos es un logro, y describe como "una suerte que un dirigente histórico como Raúl encabece esta actualización del modelo, como él lo llama, con Fidel también entre nosotros".
Según afirma, "la perspectiva del acercamiento de los Estados Unidos ha disparado tanta lucha ideológica que sin ellos todo hubiera sido mucho más difícil". "Por mi parte espero que las transformaciones respeten al máximo los logros de la Revolución, y sirvan para llevarnos de verdad a un socialismo próspero y sostenible, como dice el Gobierno", dice.
El trovador, quien afirma que siempre "he creído en la paz (con dignidad, como decimos en Cuba)", revela que ante los cambios que se avecinan con las nuevas relaciones con Estados Unidos "estoy optimista, aunque sigo atento". "Si queremos una sociedad más equitativa, lo que nos toca a nosotros como pueblo es producir más, para reducir las importaciones. En la medida que lo hagamos seremos más independientes y podremos dedicar más recursos a los apetitos espirituales", sostiene.
En cuanto al modelo económico cubano, el fundador de la Nueva Trova afirma en la entrevista que "el socialismo nuestro desde hace tiempo viene reajustando el rumbo, rectificando cosas, entre ellas un error de 1968, que fue estatalizar toda la economía y el mercado interno" y sobre los cambios actuales opina que el Estado cubano está buscando la eficiencia ya que "se está desprendiendo de mucho empleo que le sobra y esto, aunque se va despacio para no desamparar a los que necesitan ayuda, se hace sentir especialmente en barrios de infraestructuras deficientes".
En cuanto a los medios de comunicación y su papel histórico en Cuba, afirma en la entrevista que "cuando la Revolución fue condenada a muerte por el Imperio, y acosada, desarrollamos un instinto de defensa que nos ha sido imprescindible". Sin embargo también reconoce que "en eso hay que estar alertas. La burocracia puede convertir un buen papel en dogma, en comodidad conservadora, en resistencia a lo que el desarrollo exige, y ahí ya se deja de ser revolucionario".
Silvio, no obstante, dice ser consciente que algo está cambiando en ese ámbito: "En los últimos años en Cuba hay mucho debate sobre la prensa y su papel. Y se nota un pensamiento de vanguardia en una blogósfera incisiva y autocrítica, liderada sobre todo por jóvenes".