La policía antidisturbios y las fuerzas de seguridad iraníes se enfrentaron el martes a manifestantes en decenas de ciudades, informaron medios de comunicación estatales y publicaciones en redes sociales, como parte de las continuas protestas por la muerte de la joven iraní Mahsa Amini bajo custodia policial.
Amini, de 22 años, originaria de la ciudad kurda iraní de Saqez, fue detenida este mes en Teherán por "vestimenta inadecuada" por la policía de la moral que hace cumplir el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
Su muerte ha desencadenado la primera gran muestra de oposición en las calles de Irán desde que las autoridades aplastaron las protestas contra una subida del precio de la gasolina en 2019.
A pesar del creciente número de muertos y de la feroz represión de las autoridades, los vídeos publicados en Twitter mostraban a los manifestantes pidiendo la caída del sistema clerical mientras se enfrentaban a las fuerzas de seguridad en Teherán, Tabriz, Karaj, Yazd y muchas otras ciudades iraníes.
La televisión estatal dijo que la policía se enfrentó a lo que llamó "alborotadores" en algunas ciudades y disparó gases lacrimógenos para dispersarlos.
Los vídeos publicados en las redes sociales desde Irán mostraban a los manifestantes coreando "Mujer, vida, libertad", mientras las mujeres agitaban y quemaban sus velos.
Los vídeos publicados en Twitter mostraban a los manifestantes cantando "Muerte al dictador" en la ciudad de Tabriz, en referencia al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei. En las ciudades kurdas de Sanandaj y Sardasht, la policía antidisturbios disparó contra los manifestantes, mostraron vídeos en Twitter.
Los medios de comunicación social, junto con algunos activistas, han convocado una huelga en todo el país.
Varios profesores universitarios han dimitido en protesta por la muerte de Amini, según declaraciones publicadas por ellos en las redes sociales.
Los estudiantes de varias universidades se han negado a participar en las clases en protesta por la detención generalizada de estudiantes.
Los vídeos publicados en las redes sociales y los informes de dimisión no pudieron ser verificados por Reuters.
La muerte de Amini ha suscitado una amplia condena internacional, mientras que Irán ha culpado a "matones" vinculados a "enemigos extranjeros" de provocar disturbios.
Teherán ha acusado a Estados Unidos y a algunos países europeos de utilizar los disturbios para intentar desestabilizar a la República Islámica.
(Editado en español por Javier López de Lérida)