Las autoridades de la prisión Cuba-Panamá, en Güines, provincia de Mayabeque, amenazaron con procesar con el delito de desacato a la trans Brenda Díaz García.
La presa política de las manifestaciones del 11 de julio de 2021, que cumple 14 años de condena por los presuntos delitos de desórdenes públicos con carácter continuado y sabotaje, se encuentra en celda de castigo desde el domingo.
La prisionera de 29 años está encarcelada en la sección de los hombres del establecimiento penitenciario Cuba-Panamá, donde fue obligada a raparse la cabeza y vestir como hombre.
La joven trans fue castigada tras un altercado con un guardia del penal y está golpeada, según denunció a Radio Televisión Martí, su madre, Ana María García, quien se reunió el miércoles con el director.
“El director de la prisión no me la dejó ver y dice que no le dieron golpes, pero yo sé que sí fue maltratada físicamente, y cuando salimos de la reunión, el oficial de la Seguridad del Estado me dijo que sí había recibido unos golpes porque ella forcejeó. Ahora le quieren poner una causa por desacato, y entonces me dijo: 'Yo le doy mi palabra que más nunca ella va a ser maltrata aquí en este penal'. Yo le respondí: 'Mira, yo lo único que quiero es que la dejen libre porque no es ninguna asesina, ella no hizo nada para tenerla allí encerrada 14 años y encima de todo maltratándola", relató la madre.
La mujer explicó que en la prisión le dijeron que solo puede ser visitada por un abogado.
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"Yo voy a llevar un abogado mañana al centro penitenciario para que él me diga en la situación que está mi hija en celda de castigo”, dijo la madre de Brenda, quien aseguró que el oficial le pidió que dejara de utilizar las redes sociales y los medios de comunicación para denunciar la situación de su hija.
“Yo le dije que no podía hacer eso, porque si así me la estaban matando, si yo me callo, me la van a matar más todavía”, afirmó la madre de la presa política.
Mientras tanto, sigue el hostigamiento en contra de Mackyanis Román Rodríguez, de 26 años de edad, presa en el Penal de Mujeres de Occidente, donde cumple 10 años de condena por el 11 J.
Entre otros problemas, no se le está suministrando el medicamento para los nervios, según denunció su padre, Emilio Román Matos.
"Se le venció el certificado, porque es una medicina controlada que la administra directamente el personal médico del penal, por lo tanto ese medicamento no se lo están dando", explicó.
A la joven le acaba de llegar la documentación que establece que no tiene derecho a pasar a un régimen de mínima severidad.
"Se la negaron por un año, por el mal comportamiento de ella", dijo el padre y aclaró que es en términos de su postura política.
Lee también Madres denuncian abusos en prisión contra manifestantes del 11J encarceladosTambién sin medicamentos está Gilberto Castillo Castillo, quien cumple seis años de condena en el Combinado del Este.
“Le lleve unas pastillas para los parásitos, que tampoco me las dejaron pasar, a pesar de que no las tienen en la enfermería del penal, mi hijo están mal porque lleva dos años allí ya y no lo pasan para un campamento”, explicó su madre Marianela Castillo, quien lo visitó el miércoles.