El fiscal especial de Estados Unidos, John Durham, en un informe publicado el lunes, dijo que el FBI carecía de "evidencia real" para investigar la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 y se basó demasiado en los consejos proporcionados por los opositores políticos de Trump para alimentar la investigación.
El informe marca el final de una investigación de cuatro años iniciada en mayo de 2019, cuando el entonces fiscal general William Barr nombró a Durham para investigar los posibles pasos en falso del FBI cuando lanzó su investigación sobre posibles contactos entre la campaña presidencial de Donald Trump de 2016 y Rusia.
El fiscal especial argumentó que, tras revisar la investigación del FBI y otras actividades de Inteligencia, había concluido que “el Departamento (de Justicia) y el FBI fracasaron a la hora de cumplir su misión de fidelidad estricta con la ley, en conexión con ciertos eventos y actividades descritos en este informe”.
Durham señaló en el texto que responsables del FBI mostraron “una ausencia grave” de rigor analítico en el tratamiento de la información que recibieron, especialmente la relacionada con personas y entidades con afiliaciones políticas.
De acuerdo al fiscal especial, el manejo por parte del FBI de varios aspectos clave en este caso fue “gravemente deficiente” y consideró que este fracaso a la hora de cumplir con su responsabilidad hacia el público causó un “daño severo” a la reputación de la agencia.
En un comunicado, el FBI aseguró el lunes que ya ha implementado docenas de acciones correctivas que han estado vigentes durante algún tiempo.
La nota agrega que, si “esas reformas” hubieran estado en funcionamiento en 2016, “los traspiés” identificados en el informe se podrían haber prevenido.
Por su parte, Trump, en su plataforma Truth Social, afirmó que el informe de Durham mostraba el “crimen del siglo” y se refirió nuevamente a la investigación de los posibles vínculos entre su campaña del 2016 y Rusia como un “engaño demócrata”.
(Con información de Reuters y EFE)