La Serie del Caribe del 2024, que se disputará en Miami, podría sumar dos invitados más para completar ocho participantes.
Así lo reveló el presidente de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC), Juan Francisco Puello Herrera, en conversación con el periodista Enrique Rojas, de ESPN Deportes.
Puello Herrera informó que varios países han solicitado formalmente su inclusión en el certamen, previsto para febrero del año próximo y que, de manera experimental, se realizará en la Capital del Sol.
“Hay interés y decidimos estudiar la posibilidad de agrandar el torneo. No hay nada definitivo decidido aún, pero una decisión al respecto podría ocurrir tan pronto como la próxima semana”, dijo el máximo dirigente de la CBPC.
En principio, además de los participantes habituales, México, Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana, miembros plenos de la Confederación, ya han sido invitados Nicaragua y Curazao.
El comisionado de la pelota caribeña declinó mencionar los candidatos a ser añadidos, pero una fuente del comité organizador dijo a ESPN Deportes que Colombia, Panamá, estarían entre los aspirantes, así como un país de Norteamérica y otro de Asia, al tiempo que descartó cualquier posibilidad de insertar a Cuba, lo cual implicaría una serie de conflictos extradeportivos, tal como se vio en la reciente participación de la selección de la isla en el Clásico Mundial de Béisbol (WBC), en marzo pasado.
“Hay dos países que están haciendo un acercamiento muy agresivo", dijo Sarah Loarte, asesora del Comité Organizador Miami 2024.
“La decisión final de las negociaciones se conocerá dentro de 30 o 45 días en Miami. Hay mucha demanda para traer otros equipos a la serie”, añadió.
Puello Herrera dijo que sea ampliada o no, la Serie del Caribe de Miami planea agregar otro estadio para celebrar algunos encuentros y aligerar así la carga de tres partidos diarios en el Loan Depot Park de los Marlins.
Desde su fundación en 1949, en la única ocasión en que la Serie del Caribe ha tenido ocho participantes fue en la de este año en Caracas, que se jugó con un formato de dos grupos de cuatro en dos parques.
Esta sería la tercera vez que la llamada Pequeña Serie Mundial Latinoamericana se juegue en Miami.
En las dos ocasiones anteriores, 1990 y 1991, fue un fracaso organizativo y comercial, pero entonces, las circunstancias eran distintas, con una población mayoritariamente cubana, que no mostró mucho interés por los campeones de los torneos invernales de México, Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana.
Pero ahora, la composición demográfica del sur de la Florida ha cambiado, con mayor presencia de residentes procedentes de los países participantes, lo cual se traduciría en un éxito comercial, que los organizadores esperan que sea similar al Clásico Mundial de Béisbol.