Ser gay en las Fuerzas Armadas de Venezuela

Nicolás Maduro inspecciona equipos militares en Caracas el 24 de junio de 2017. (AFP PHOTO/PRESIDENCIA DE VENEZUELA/MARCELO GARCIA/HO).

Es sabido que las fuerzas militares venezolanas ejercen un inmeneso poder político en el país, que altos mandos militares ocupan posiciones clave en el gobierno y que los abusos aberrantes, que incluyen ejecuciones extrajudiciales, torturas y detenciones arbitrarias, permanecen impunes. Sin embargo, una faceta particularmente perversa del desprecio manifiesto de las fuerzas militares por los derechos humanos no ha recibido la atención que merece, advierte Human Rights Watch, HRW, en un informe.

Una disposición draconiana del Código Orgánico de Justicia Militar de Venezuela castiga con hasta tres años de cárcel y despido las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo parte de las fuerzas armadas. Esta disposición, que forma parte de un capítulo del código titulado “De la Cobardía y otros Delitos contra el Decoro Militar”, penaliza los “actos sexuales contra la natura”. No prohíbe las relaciones sexuales consensuadas entre personas heterosexuales, precisa HRW.

No resulta claro cuántas condenas se han impuesto invocando esta norma. Se ha registrado al menos una en 2013. Pero la norma tiene consecuencias más amplias. Se ha indicado que la posibilidad de despido contemplada en la disposición es usada por supervisores y otras personas para hostigar a gais y lesbianas en las fuerzas armadas.

Giovanni Piermattei, presidente de la organizaciones de la sociedad civil Venezuela Igualitaria, que trabaja en temas de derechos de personas LGBT en Venezuela, dijo a Human Rights Watch que su entidad ha recibido denuncias reiteradas sobre este tipo de acoso homofóbico, incluso en enero de este año. Luego de que Venezuela Igualitaria presentara una demanda de inconstitucionalidad, el Tribunal Supremo de Justicia ha anunciado que analizará la constitucionalidad de la disposición.

Esta disposición, señala HRW, convierte a Venezuela en uno de los pocos países de América Latina que todavía penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. En algunos países anglófonos del Caribe, como Jamaica, Guyana y Dominica, estas leyes siguen en vigencia, un legado del imperialismo británico. Los actos sexuales entre personas del mismo sexo siguen estando penalizados en 69 países, incluyendo a Irán, Birmania y Sudán.

La prohibición de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, incluso en las fuerzas armadas, viola el derecho internacional de los derechos humanos, incluidos los derechos a la privacidad, a no sufrir detención arbitraria y a la igualdad y a no ser objeto de discriminación. Diversos organismos nacionales, regionales e internacionales han rechazado de lleno los señalamientos de que factores como la disciplina militar puedan invocarse para justificar la prohibición de relaciones entre personas del mismo sexo en el ámbito militar, indicó HRW.